La ciudad volcánica estalla con energía contenida. Las noches se funden con los días. Sin dormir ! Como para contradecir las palabras de Bárbara, «el tiempo perdido no se puede recuperar». El baile anual en el Copacabana Palace ha marcado el comienzo del carnaval de Río durante casi un siglo. Este año, también celebró la inauguración de las fiestas del centenario del más legendario de los hoteles brasileños. En 1923, Mistinguett era la estrella. Cien años después, en la apertura del baile, el espíritu del Copacabana Palace sigue intacto. ¡El glamour carioca en su máxima expresión! Sirenas con medias de red y bañadores dorados se codean con mujeres elegantes con vestidos largos. Los hombres de esmoquin rozan a los jóvenes con el torso desnudo, con el cuello ceñido con una pajarita. Mil quinientos privilegiados posan sobre el mármol color miel del vestíbulo. Un hotel diferente con su piscina, corazón estratégico, que da servicio a las habitaciones del ala Art Deco, al spa ya los tres restaurantes, entre ellos los dos estrellas Michelin, el Cipriani, italiano, y el Mee, asiático. Una piscina que, desde el brunch del domingo hasta la cena, susurra con las notas frenéticas de los mejores músicos de Río.

Deseado por el gobierno en honor a la independencia de Brasil, financiado por el adinerado Octávio Guinle, el hotel fue construido a principios de la década de 1920 en la Avenida Atlântica. Diseñado por el arquitecto francés Joseph Gire, inspirado en el Negresco, fue inaugurado en agosto de 1923. Desde su apertura, cuatro mundos conviven detrás de su fachada blanca mirando al Océano Atlántico y cuatro kilómetros de playa. Aficionados a tomar el sol en tanga sorbiendo su caipirinha, deportistas que gatean vigorosamente tras golpear pelotas en la pista de tenis, nostálgicos del mundo del pasado escapado de una novela de Proust, y ultra VIPs. Su último escondite en el sexto piso alrededor de la piscina negra, encaramado en la azotea con vista a un pico romo. Espacio cerrado reservado para los huéspedes de las siete suites con terraza privada, decoración en tonos blancos amenizada con telas de fabricantes franceses y obras de arte. En el centro, el 602, favorito de Lady Di y Mick Jagger. Hojeando el libro de visitas de cuero resquebrajado, descubrimos las firmas de Mandela, Pelé, Maurice Chevalier, Madonna, Santos-Dumont… Pero ningún mensaje de Orson Welles que, loco de rabia contra su amante, arrojó su despacho desde el balcón de su suite, ni de Stefan Zweig que, visitando Río por primera vez en 1936, escribió a Copa el discurso pronunciado en la Academia Brasileña de Letras que comenzaba: «Qué vitalidad, qué dinamismo en tu historia, y que tu naturaleza es hermosa, extraordinariamente hermosa en su elusiva diversidad! »

Al ingresar a la colección de hoteles Belmond (LVMH) en 1989, el Copacabana Palace celebra su 100 aniversario durante todo el año 2023, con un programa cultural, artístico (incluido un proyecto JR), gastronómico (chefs invitados de renombre) y un evento importante: la reapertura de su teatro. Después de treinta años de cierre, el Teatro Copacabana Palace (330 butacas), restaurado por más de 600 artesanos (escultores, diseñadores, etc.), renace de sus cenizas. Nos aventuramos en la sala adornada con terciopelo esmeralda para subir al escenario. Un escenario mítico donde durante años los actores interpretaron las obras de autores de vanguardia, cantantes y músicos internacionales: Ella Fitzgerald, Marlene Dietrich, Ray Charles, Sacha Distel, Gilbert Bécaud, Joséphine Baker…

El 17 de agosto de 2023, fecha oficial del aniversario, el palacio brindará una fiesta memorable «dedicada a los ciudadanos de Río, invitando así a la comunidad a celebrar no solo el centenario de la Copa, sino también la ciudad legendaria misma». Reserva !

Palacio de Copacabana (00.55.21.2548.7070; Belmond.com). Habitaciones desde 540€ con desayuno.

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