Para la historia del arte es un verdadero terremoto que suscita, quizás, el misterio de los orígenes de Caterina, la madre de Leonardo da Vinci. Según Carlo Vecce, profesor de la Universidad de Nápoles y reconocido especialista en el gesto del genio florentino, la autora de Los días del pintor de La Joconde no sería hija de un campesino toscano como pensaba la gran mayoría de los historiadores. sino “una mujer raptada de su país de origen en las montañas del Cáucaso, una esclava circasiana vendida y revendida varias veces en Constantinopla y luego en Venecia, antes de establecerse cerca del pueblo de Vinci, cerca de Florencia, donde tendrá una breve historia de amor con el joven notario, Ser Piero da Vinci.
Este sensacional descubrimiento, revelado en un artículo del diario italiano Corriere Della Sera, es la cara visible de una tesis que Carlo Vecce desarrolló en una novela histórica titulada Il sorriso di Caterina, la madre di Leonardo (La sonrisa de Caterina, la madre de Leonardo da Vinci), que aún no ha sido traducido al francés.
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El descubrimiento de un documento esencial fechado en 1452, año del nacimiento de Leonardo, es el punto de partida que permite rastrear la identidad de Caterina di Meo Lippi. Presentado el 14 de marzo, durante una conferencia de prensa organizada por la editorial florentina Giunti, por Carlo Vecce, este acta notarial escrita por Piero da Vinci “significó el acto de emancipación de Catalina” que le dio “su libertad y su dignidad como ser humano”. “, en palabras del propio especialista. Y para este último, este archivo es fundacional y explica mucho de la historia de la familia Vinci y el destino de Leonardo: “Así que él era el hombre que amaba a Caterina cuando aún era una esclava y que tuvo un hijo con ella que la ayudó”. encontrar su libertad”.
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Esta nueva revolución leonardiana podría hacer correr mucha tinta en los meses y años venideros. Por el momento sólo el profesor Paolo Galluzzi, director del Museo Galileo y también reconocido especialista en la historia del genial discípulo de Verrocchio, ha dado a la AFP una primera impresión del hallazgo de Carlo Vecce: “Los documentos analizados por mi colega son de buena calidad. Y su especulación es, debo decir, convincente. Pero, por supuesto, hay un mínimo de dudas, porque no podemos probarlo con una prueba de ADN”. Todo lo que queda es encontrar descendientes de Caterina. Sabemos que después de Leonardo tuvo otros hijos con un tal Antonio di Piero del Vaccha conocido como “Accattabriga” (el pendenciero)… La leyenda de Leonardo y Caterina, a quien albergará en su estudio al final de su vida, no está a punto de morir.