El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha decidido aplazar indefinidamente su viaje a China previsto para el domingo con el fin de recuperarse de una «neumonía leve», anunció este sábado el Gobierno. Lula, de 77 años, “decidió posponer su viaje a China. Este aplazamiento ha sido comunicado a las autoridades chinas”, indicó en un comunicado de prensa la secretaría de comunicación de la presidencia, sin brindar una nueva fecha de viaje.

Originalmente, el presidente brasileño tenía programado viajar a China el sábado, pero debido a una «neumonía leve», el viaje se pospuso por un día el viernes. “A pesar de la mejoría clínica, el servicio médico de la Presidencia de la República recomienda posponer el viaje a China hasta que finalice el ciclo de transmisión viral”, especifica la doctora Ana Helena Germoglio en la nota de prensa de la presidencia.

Fue la presión arterial alta lo que llevó a Lula a someterse a exámenes médicos el jueves por la noche a su regreso a Brasilia, según el diario Folha de S. Paulo. Acababa de pasar un día difícil en Río de Janeiro, en particular visitando el astillero de los submarinos Scorpène fabricados en colaboración con el grupo francés Naval Group.

Lula viajaría a Beijing, al frente de una nutrida delegación de seis ministros, gobernadores, diputados, senadores y alrededor de 200 líderes empresariales. En particular, se reunirá este martes con su homólogo Xi Jinping, con quien, entre otras cosas, abordará el conflicto de Ucrania y presentará una propuesta, aún con contornos vagos, de mediación por parte de un grupo de países neutrales.

China es el mayor socio comercial de Brasil: el comercio bilateral alcanzó los 150.000 millones de dólares el año pasado.