Birmania ha arrestado a unos 150 rohingyas sospechosos de querer huir del país, donde son víctimas de persecución, hacia Malasia, dijo el viernes a la AFP una fuente de seguridad.
El grupo de niños, mujeres y hombres fue interceptado en Thanbyuzayat (sureste), dijo el funcionario que pidió anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa.
«Estaban escondidos en un bosque montañoso entre dos aldeas», agregó, «empezamos a hacer los arrestos ayer (jueves) por la noche después de recibir información». No especificó el motivo de las detenciones. Según la información inicial recabada por la policía, habrían iniciado su viaje en barco desde el estado de Rakhine (Oeste), con la esperanza de dirigirse a Tailandia y luego a Malasia, por carretera. Un número no especificado de presuntos contrabandistas no rohingya también han sido arrestados y la policía está buscando a otros 30 involucrados, dijo la fuente.
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Los miembros de la comunidad musulmana rohingya enfrentan restricciones de viaje dentro de Birmania, donde viven en condiciones cercanas al apartheid, según grupos de derechos humanos. Aunque asentados durante generaciones, la mayoría de ellos no tiene acceso a la ciudadanía, la salud o la educación, en este país predominantemente budista que el ejército ha gobernado desde el golpe de estado 1 de febrero de 2021. En 2017, una represión militar llevó a cientos de miles de rohingya a huyen a la vecina Bangladesh, con desgarradores relatos de asesinatos, violaciones e incendios provocados.
Birmania se enfrenta a cargos de genocidio ante el tribunal supremo de las Naciones Unidas tras este éxodo masivo. Estos arrestos se producen unos días después de que la junta gobernante dijera que estaba lista para aceptar refugiados rohingya en Bangladesh a partir de mediados de abril, en un programa piloto de repatriación. Este proyecto incluye «alrededor de 1.500 personas», dijo el viernes un diario estatal, citando a un funcionario a cargo de los asuntos transfronterizos.
Birmania «todavía no ha recibido una respuesta» a su propuesta, agregó, sin indicar si fue de los refugiados en cuestión o de las autoridades de Bangladesh. Los retornados serán colocados en «un campo de tránsito por un período corto» antes de ser distribuidos entre quince aldeas. “Para su seguridad, tenemos estaciones de policía cerca de las quince aldeas”, dijo.
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Cada año, cientos de rohingyas intentan un peligroso viaje en barco a Malasia o Indonesia, dos países de mayoría musulmana. El líder de la junta, Min Aung Hlaing, quien calificó la identidad rohingya de «imaginaria», fue jefe de las fuerzas armadas durante la represión de 2017.
