La devastación provocada por el ciclón Freddy en el sur de África expone a la población a «grandes riesgos sanitarios» en los países más afectados, advirtió este jueves la oficina en África de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Más de 300 establecimientos de salud han sido destruidos o inundados en Madagascar, Malawi y Mozambique, privando a las comunidades de un acceso adecuado a los servicios de salud”, detalla OMS-África en un comunicado de prensa.

Los riesgos incluyen “un aumento en la propagación del cólera, la malaria, las enfermedades prevenibles por vacunación, el Covid-19 y la desnutrición”, agregó el texto. En Malawi y Mozambique, el ciclón “se propagó en un contexto ya marcado por epidemias de cólera”, recuerda OMS-África.

En Mozambique, el número de casos nuevos se ha más que duplicado en la última semana (de 1023 a 2374). Malawi, ante la peor epidemia de cólera de su historia, por el contrario, siguió registrando un descenso en el número de nuevos casos (1.424 frente a 1.956). Pero los daños causados ​​por el ciclón “corren el riesgo de ralentizar” este progreso, teme la OMS.

«Nuestra prioridad es garantizar que las comunidades y familias afectadas reciban asistencia sanitaria para satisfacer sus necesidades inmediatas y limitar el riesgo de propagación de enfermedades», dijo en el comunicado el director regional de la OMS, el Dr. Matshidiso Moeti, para África. “Es fundamental una asistencia humanitaria reforzada y concertada”, insiste la OMS.

En camino de ser clasificado como el ciclón más largo registrado, Freddy golpeó por primera vez Madagascar y Mozambique a fines de febrero antes de regresar al Océano Índico. Había recuperado el poder de las aguas cálidas y se dio la vuelta, dirigiéndose de regreso al continente. Cuando regresó, había golpeado con más fuerza a Malawi, país sin salida al mar. Mató a unas 500 personas en el sur de Malawi, el epicentro del desastre, y a más de 650 en total en el sur de África, según datos recopilados por agencias de la ONU.