en Clairefontaine,
Paseo, sonrisas, autógrafos y abrazos con Antoine Griezmann. Muy esperado por su primera sesión de entrenamiento de la semana en Clairefontaine con la selección de Francia con su nuevo traje de capitán, Kylian Mbappé apareció el martes con un estado de ánimo juguetón. Feliz de poner a prueba su índice de popularidad con los 300 espectadores que acudieron para la ocasión en la templada primavera del Château, la estrella del Blues no ocultó su placer. Antes de entrar en el meollo del asunto el viernes ante Holanda, primer encuentro de clasificación para la Eurocopa 2024.
Por su parte, Antoine Griezmann, vicecapitán decepcionado por el hecho de no haber obtenido el brazalete, apareció todo sonrisas ante público y medios de comunicación. Si su gorra escondía su peinado rosa peroxidado, el nativo de Macon, que comenzó a trotar junto a Mbappé, no dejó traslucir una posible decepción tras la decisión de Didier Deschamps. El público presente incluso aprovechó para cantarle un feliz cumpleaños, el día de sus 32 velas.
Según algunas fuentes el lunes por la noche, el campeón del mundo de 2018 pensaba en su futuro internacional tras este rally de marzo, información desmentida por el entorno de la selección. Durante más de una hora y media el martes por la noche dio el cambio, como siempre. Con, en particular, tres goles durante la oposición.
Ante un público celestial y acudido en gran número, los vicecampeones del mundo encadenaron trote, juegos de pelota y una oposición donde Mbappé y Griezmann se asociaron en un diez contra diez. Sesión en la que Koundé, Hernández y Rabiot fueron interrumpidos, sin que su caso inspirara miedo en el cuerpo médico.