Un exsoldado australiano acusado de cometer un crimen de guerra en Afganistán fue arrestado el lunes, como parte de una investigación sobre presuntas irregularidades del ejército en el país de Medio Oriente.

El veterano de 41 años podría enfrentar cadena perpetua si es declarado culpable de un crimen de guerra, dijo la Policía Federal Australiana.

Su arresto se produce más de dos años después de que una investigación interna mostrara que 39 civiles y prisioneros fueron «asesinados ilegalmente» por las fuerzas especiales australianas. Las búsquedas se relacionaron con presuntos crímenes de guerra entre 2005 y 2016 en Afganistán, dijo la policía. Según la emisora ​​pública ABC, los cargos contra el exsoldado se relacionan con la muerte a tiros de un hombre en la provincia central de Uruzgan en 2012. Estaba previsto que compareciera ante un tribunal en el estado de Nueva Gales del Sur el lunes.

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Las investigaciones iniciadas en 2020 habían sacado a la luz denuncias de ejecuciones sumarias, concursos con varias víctimas y casos de tortura por parte de las tropas australianas. Habían recomendado a la policía abrir una investigación sobre 19 personas. Estas revelaciones fueron un punto de inflexión para el país, que tiene en alta estima a su ejército y ha tratado de suprimir los informes de estas supuestas fechorías.

La policía había investigado en particular a los periodistas implicados en estas revelaciones. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, más de 26.000 soldados australianos fueron enviados a Afganistán para luchar junto a los estadounidenses y sus aliados contra los talibanes, Al-Qaeda y otros grupos islamistas.