La estadounidense Mikaela Shiffrin concluyó este domingo a la perfección la temporada de esquí alpino en el gigante de Soldeu (Andorra) con una victoria número 88 en la Copa del Mundo, mejorando su propio récord.

Shiffrin, por su victoria número 14 del invierno, superó a la noruega Thea Louise Stjernesund y la canadiense Valérie Grenier.

«Me siento bien. Es increíble. Peleamos con las chicas en esta segunda carrera. Espero volver el año que viene y hacerlo también. Voy a volver a Estados Unidos, ir un rato a la playa, ¡espero que vengas!”, dijo hilarante ante el micrófono de la Federación Internacional de Esquí (FIS) en manos de su compañero esquiador Aleksander Aamodt. Kilde.

La esquiadora de 28 años pone fin a una temporada de antología que la habrá visto superar los récords de victorias en Copas del Mundo de su compatriota Lindsey Vonn (82), y luego del sueco Ingemar Stenmark (86), una marca histórica en el esquí alpino.

Shiffrin relegó la competencia lejos para ganar la Copa del Mundo en general por quinta vez (después de 2017, 2018, 2019 y 2022) con 2206 puntos, el segundo mejor total de todos los tiempos detrás del récord de la eslovena Tina Maze (2414 puntos en 2013).

El estadounidense, vencedor en eslalon pequeño y globos gigantes, se proclamó también campeón del mundo de gigantes en febrero en Méribel, además de dos medallas de plata (super-G y eslalon).

Por cierto, se convirtió el domingo en la esquiadora más laureada de la historia del circuito mundial en gigante (21 éxitos), por delante de la suiza Vreni Schneider (20).

De vuelta en la cima después de unos años menos fáciles, parece ilimitada y podría acumular un récord único en los años venideros.