PARTES SUPERIORES

¡Qué semana para el Gimnasio! Ganador del Lille (1-0) y luego del Lens (0-1), el Aiglons lo hizo aún mejor este domingo, al tener un OM intratable en las últimas semanas (1-3). Muy decepcionante a las órdenes de Lucien Favre, la formación Riviera parece transformada desde el nombramiento de Didier Digard. Los niçois lucieron su clara progresión sobre el césped del Vélodrome. Sólidos e implicados, también brillaron en el contraataque, aprovechando a la perfección las fallas de la defensa marsellesa. Técnicamente, el nivel claramente ha subido un escalón.

Uno de los símbolos de la vuelta a la forma de Niza. Irreconocible durante la primera parte de la temporada, Gaëtan Laborde encuentra colores. Y su eficacia. Goleador en el Lens (0-1), el ex Girondin lo volvió a hacer, marcando de manera oportunista el segundo gol del Niza (44º). También detrás del primer gol (38º). En el partido, el delantero de 28 años pesó en su carril derecho. Sus desvíos y sus repliegues defensivos fueron muy valiosos para el Gimnasio.

Incierto tras su marcha al Lens, Jean-Clair Todibo fue un buen titular para este choque. Y el ex azulgrana ha vuelto a responder. Sólido en los duelos y limpio en sus subidas, formó una bisagra efectiva con Dante. No dudó en venir y echar una mano al Lotomba para contener las subidas de Tavares. Un gran juego. Uno de más.

FRACASOS

Llegado a la Canebière con la condición de debutante más caro de la historia del OM, Vitinha debutó a lo grande este domingo con la camiseta del Marsella. Un fallido bautismo de fuego. Titular al frente del ataque, el exdelantero del Braga realizó una actuación muy discreta. Serio en su presión pero incómodo en el juego, aprovechó su única oportunidad, mandando un remate a la grada (43º). Igor Tudor no dudó en castigar su mala actuación sustituyéndole por Sánchez en el descanso.

Vitinha no fue el único que se llevó la peor parte del rápido entrenamiento de su entrenador. Al igual que su nuevo compañero, Dimitri Payet también se incorporó al banquillo de suplentes durante el descanso, tras cuarenta y cinco minutos decepcionantes. Los reunioneses no influyeron lo suficiente y parecían desbordados en cuanto se aceleraba el ritmo. Sus elecciones no siempre fueron sabias. Malinovskyi, su sustituto, aportó mucha más vitalidad al frente de ataque.