Fuertemente derrotado por 4-0 el domingo en Brest, Angers igualó el récord establecido por el Cercle athlétique Paris (1933-1934) y desde entonces solo alcanzado por Dijon (2020-2021).

El hacha del descenso está cada vez más cerca para los angevinos, que, como a menudo, no han sido necesariamente indignos: frente a un oponente directo en la carrera por mantener, presionaron al comienzo del partido, se mostraron peligrosos en las patadas e incluso encontraron el larguero con Miha Blazic.

Pero rápidamente perdieron el hilo ante un Franck Honorat en estado de gracia: el extremo del Brest sirvió a Jérémy Le Douaron (14º), Steve Mounié en dos tiempos (34º) y Pierre Lees-Melou en un córner (84º), sin olvidar también participar en el festival (60a).

Después de Brest, Angers todavía tiene varios competidores directos en el menú para los próximos días, con Ajaccio, Lorient -que los hombres de Abdel Bouhazama casi sorprenden el 1 de enero-, Auxerre y Estrasburgo.

“En un mes deberíamos estar fijos en el hecho de seguir en carrera. O no”, aseguró el entrenador Bouhazama antes del partido.

Pero en una temporada con cuatro descensos, las posibilidades son cada vez menores: en lo más bajo de la clasificación, Angers, bloqueado a ocho puntos, cruza ahora a 10 cuerpos del primer no descenso, Brest.

Dado que las victorias se acreditan con tres puntos en la máxima categoría, solo cinco equipos han llegado a tales profundidades a mitad de temporada. Todos terminaron su temporada en el último lugar.

Y el mercado de fichajes de invierno puede no ayudar con las esperadas salidas de Azzedine Ounahi y Sofiane Boufal, semifinalistas del Mundial con Marruecos.

El primero fue enviado este fin de semana a Marsella, el segundo aún se espera en un club del Golfo. Pero estos dos traspasos llegan demasiado tarde, ya precios a priori mucho más bajos de lo que Angers esperaba.

Con una nómina topada por la DNCG (la policía financiera del fútbol francés), el Angers tuvo que esperar a estas dos salidas para fichar y ahora no dispone de mucho tiempo, sobre todo porque el club tiene pocos argumentos para convencer a los potenciales fichajes.