Rumbo a Rusia para Adrien Moerman. Recién cedido por el AS Mónaco, donde fichó el pasado verano tras varios años alejado del campeonato francés, el internacional francés de 34 años está comprometido, hasta el final de la presente temporada, con el Zenit de San Petersburgo. Doble ganador de la Euroliga cuando vistió los colores del Anadolou Efes Estambul, el exjugador de Barça y Limoges, entre otros, nunca encontró su sitio en el colectivo monegasco, consiguiendo 2,9 puntos y 2,8 rebotes en 16 partidos de Euroliga. «Estoy muy feliz de estar aquí ahora porque, en primer lugar, voy a poder terminar la temporada y, en segundo lugar, llevo tres semanas sin jugar al baloncesto. El baloncesto significa mucho para mí, así que ahora estoy feliz”, jura.

Y para continuar: “Pensé la propuesta como una hora. Cuando supe que el Zenit estaba interesado y que podía terminar la temporada aquí, inmediatamente le dije que sí a mi agente. Sé lo difícil que es encontrar un equipo durante la temporada. Esta oportunidad de terminar el año es como una especie de redención para mí”.

Una redención que evidentemente bloquea su futuro en la selección de Francia, negando la federación francesa (FFBB) el acceso a sus selecciones a los jugadores que juegan en Rusia mientras dure el conflicto en Ucrania. Se trata en particular de Thomas Heurtel, que también se incorporó a Zénit y por tanto al país de Vladimir Poutine el pasado verano, durante dos temporadas, pero también a Livio Jean-Charles (CSKA Moscú) y Louis Labeyrie (UNICS Kazan). Salvo que Moerman, 12 veces internacional, no viste la camiseta de la selección de Francia desde un amistoso contra Montenegro en 2019 (80-72), antes de tener que perder el Mundial de China por lesión. De hecho, incluso dio la espalda a Les Bleus rotundamente en 2021, en una entrevista con L’Equipe: «Les Bleus y yo, se acabó». Con esta elección de unirse a Rusia, ya no es posible volver atrás.