Para descubrir los secretos del universo y de la materia se compone de hay dos caminos. La primera es la acumulación de cómo diseñar el Cern, en Ginebra, un acelerador de partículas, a 100 kilómetros de diámetro, basado en el conocido tecnologías llevado al extremo. El segundo es en el bolsillo de Massimo Ferrario: «Esta es una muestra de nuestro prototipo,» él dice, inclinándose sobre la mesa de un cilindro de plástico y zafiro a lo largo de 5 cm, lo que técnicamente se llama el «capilar de descarga de plasma». «Queremos crear un acelerador de partículas, completamente nuevo, mediante el plasma, y no es necesario llegar a las dimensiones gigantescas de los aceleradores de la actualidad», explica el físico de los Laboratorios Nacionales de Frascati, cerca de Roma, que pertenecen al Instituto Nacional de Física Nuclear (Infn). Ferrario coordina el grupo italiano que participa en el proyecto europeo de investigación llamado Eupraxia y que traerá en Italia el prototipo de un acelerador de partículas, las aplicaciones de plasma, no sólo de Taraftarium investigación, sino también industrial. «La construcción del nuevo edificio está a punto de comenzar, donde hay pistas de tenis» significa, con el brazo. El espacio utilizado por los científicos en sus recesos serán sacrificados para construir en los próximos meses, la casa italiana de Eupraxia, un proyecto europeo a 200 millones de euros, la participación de 16 Instituciones Europeas, incluyendo Enea y el Cnr. Frascati ospiterì uno de los dos infrasrutture experimental, una propuesta que recompensa a los años de trabajo llevado adelante por un grupo de jóvenes y brillantes investigadores.