El objeto puede ser pequeño y discreto, pero rara vez escapa a los fotógrafos. Desde que fue nombrada en Matignon, a menudo se ha visto a la Primera Ministra con un cigarrillo electrónico en la boca. Ya sea en una reunión o en el Parlamento, la jefa de gobierno tiende a vapear cuando escucha a sus interlocutores. Un hábito del que está luchando por deshacerse, como acertadamente había demostrado su vapeo, supuestamente oculto, bajo una máscara en julio de 2022 en el Senado y la Asamblea. Si la sencilla ministra Élisabeth Borne ya había dado muestras de esa habituación, ésta es, desde hace unos días, la col gorda de las oposiciones.
El lunes pasado, fue el diputado de LFI de Essonne Antoine Léaument quien había desafiado fuertemente al anfitrión de Matignon en Twitter: “Y decir que es a los Insoumis a quienes damos lecciones de mantenimiento. La Primera Ministra tiene un cigarrillo electrónico en la mejilla en plena sesión de la moción de censura. “¿Fuma discretamente en medio de una sesión? ¿Es cortés y respetuoso del Parlamento?», bromeó. Una pica, acompañada de una foto del Primer Ministro vapeando, que no debe nada al azar. Se publicó momentos después de que la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, tuviera que llamar al orden al diputado rebelde Louis Boyard por su comportamiento y sus vociferaciones mientras Élisabeth Borne, en el podio, intentaba salvar su gobierno.
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“Es claramente una actitud desdeñosa. Sentimos que esconde cierta emoción”, dijo, por su parte, la presidenta del grupo EELV en la Asamblea Nacional Cyrielle Châtelain en BFMTV. Un fuego cruzado de críticas tanto más significativo cuanto que, en un aspecto puramente legislativo, la ley da razón a las oposiciones. De hecho, está prohibido vapear en «lugares que albergan estaciones de trabajo, cerrados y cubiertos para uso colectivo», como nos recuerda el sitio service-public.fr. Tal actuación «está sancionada con una multa de hasta 150 euros». Si la diputada renacentista Marie Lebec ha arrasado con una “polémica vana e inútil”, no es la primera vez que Elisabeth Borne es señalada sobre el tema. En abril de 2021, el electo LR Maxime Minot había apuntado al que fuera Ministro de Trabajo “que vapotée en silencio mientras (él) hacía una pregunta en el Hemiciclo”. Y regañar “al nuevo mundo (que) es realmente “particular”…”.