Activistas del grupo Animal Rising han robado tres corderos de la finca Sandringham, propiedad del rey Carlos III en Norfolk, para denunciar la cría de animales para la alimentación.

Imágenes publicadas este jueves en Twitter por Animal Rising muestran a tres mujeres robando tres corderos de un campo para darles «una vida en libertad», según el testimonio de una de ellas, que asegura estar en la finca de Sandringham. “De lo contrario, los habrían llevado pronto al matadero y la gente se los habría comido”, agrega este activista.

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En un comunicado de prensa, Animal Rising indica que la operación de “rescate” se llevó a cabo el miércoles por la noche “alrededor de las 20:00 horas” (21:00 horas en Francia), y que los tres activistas luego se entregaron a la policía. La policía de Norfolk confirmó en un comunicado que tres mujeres acudieron ‘voluntariamente’ a la comisaría de Slough, cerca de Windsor, y fueron detenidas ‘bajo sospecha de robo’.

Esta acción marca el comienzo de una serie de otras operaciones de «rescate» de animales que Animal Rising pretende llevar a cabo durante el verano para sensibilizar a los británicos sobre un cambio en su dieta, dijo el grupo.

Tres activistas del grupo ambientalista Just Stop Oil también fueron arrestados en Londres el jueves después de arrojar pintura naranja en una exhibición floral en el Chelsea Flower Show, dijo el grupo. Just Stop Oil, que pide al gobierno británico que abandone la explotación de hidrocarburos en el país, lleva meses intensificando las acciones de choque, hasta el punto de que el gobierno conservador aprobó una ley para reforzar los poderes de la policía con el fin de luchar contra estas operaciones. Varios de sus activistas habían sido así detenidos al margen de la coronación de Carlos III, el 6 de mayo en Londres.

La finca de Sandringham, varios miles de hectáreas de bosques, cultivos y jardines, ha pertenecido a la familia real durante cinco generaciones y Carlos III la heredó a la muerte de su madre, la reina Isabel II.