El gobierno de Singapur criticó este martes las declaraciones del multimillonario británico Richard Branson de que la ciudad-estado “podría estar a punto de matar a un inocente” con la ejecución planificada de un hombre condenado a muerte por traficar un kilogramo de cannabis.
“Es absolutamente falso”, respondió el Ministerio del Interior de Singapur en un comunicado, diciendo que se ha probado la culpabilidad del hombre, cuyo ahorcamiento está previsto para el miércoles.
Richard Branson “faltó el respeto a los jueces de Singapur y a nuestro sistema de justicia penal al hacer tales acusaciones”, agregó.
Tangaraju Suppiah, de 46 años, fue condenado a muerte en 2018 por su participación en el tráfico de 1,01 kilogramos de cannabis, el doble de la cantidad punible con la muerte en Singapur, uno de los países más represivos del mundo en materia de narcóticos. Pero Richard Branson, defensores de derechos humanos y miembros de su familia aseguran que Tangaraju Suppiah nunca manipuló el cannabis por el que fue condenado y denuncian fallas en el expediente.
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Richard Branson, miembro de la Comisión Global sobre Políticas de Drogas, instó el lunes a las autoridades de Singapur a abandonar la ejecución del convicto, diciendo que se trataba “en gran parte de un caso basado en presunciones”. Afirmaciones impugnadas por las autoridades de Singapur según las cuales “las pruebas demostraron claramente que (Tangaraju Suppiah) fue la persona que coordinó la entrega de la droga, con fines de tráfico”.
En muchos países, incluida la vecina Tailandia, el consumo de cannabis ya no es un delito. Pero Singapur, un importante centro financiero de Asia, considera que la pena de muerte es un elemento disuasorio eficaz contra la trata.
Singapur reanudó las ejecuciones en marzo de 2022, tras una pausa de más de dos años. El año pasado fueron ejecutados once condenados, todos por delitos de drogas. Entre ellos, el caso de Nagaenthran K. Dharmalingam, condenado a pesar de una discapacidad mental según sus defensores, había conmovido particularmente a la opinión internacional.