Las tardes se suceden y son casi iguales para Emmanuel Macron. Si bien la reorganización debe anunciarse a más tardar el jueves, y las negociaciones han continuado entre Elysée y Matignon en las últimas horas, el presidente de la República apareció el miércoles por la noche junto al primer ministro, los líderes emplumados de la mayoría y el titular de la percha durante la copa de fin de año en el Ministerio de Relaciones con el Parlamento. Un encuentro organizado al día siguiente de una cena en el Elíseo que reunió a ministros y secretarios de Estado. Con motivo de esta reunión altamente política, Emmanuel Macron se dirigió a los diputados de su lado, reuniendo a los grupos Renacimiento, Módem y Horizontes. En un ambiente un tanto particular, donde abundan los rumores sobre cambios en los cargos ministeriales, Emmanuel Macron reconoció un “contexto un tanto particular”. “Nunca son momentos muy agradables pero siempre hay que vivirlos con el máximo de calma”, ha querido recordar el presidente.
Si en la audiencia estuvieron presentes muchos miembros del gobierno, se notó la ausencia del Ministro de Educación Nacional, Pap Ndiaye, dado lo anterior. Uno de los participantes también evoca una atmósfera tipo “competencia de supervivencia”. Debido a que el Jefe de Estado bien puede dirigirse a los franceses antes del final de la semana, hizo, con sus tropas, una evaluación inicial de su acción antes de trazar algunas pistas para el inicio del año escolar. Al término de un año parlamentario que el presidente calificó de «de prueba», Emmanuel Macron quiso «agradecer» y «felicitar» a los cargos electos de su mayoría. Al recordar que «se han aprobado 49 textos» desde la instalación de la nueva legislatura hace un año, el Jefe de Estado se negó a «ceder al espíritu imperante que consistiría en decir que no habrá vida parlamentaria, que hay un bloqueo, o que habrá una vida de oposición que se reduciría a nada». “Todo eso es falso”, tronó el inquilino del Elíseo. Según él, estas cifras a modo de balance “dicen algo sobre los argumentos que a veces escuchamos de que el parlamento estaría impedido”.
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La oportunidad de volver al expediente que ha caldeado los ánimos en la Asamblea Nacional este año: la reforma de las pensiones, aprobada con pinzas en la primavera gracias a la actuación de la 49.3. En este sentido, Emmanuel Macron alabó así «el uso de determinados artículos que acompañan a las mayorías relativas». A pesar de los vientos a veces contrarios, el titular del cargo supremo elogió su «fuerza de acción y fuerza de ataque». Si el ejecutivo fue capaz, año tras año, de aprobar varios textos importantes, a pesar de una base parlamentaria, el presidente reconoció que los debates dentro del Hemiciclo fueron «mucho más duros que en el pasado e incluso hace no tanto». Manera de castigar el comportamiento ruidoso y errático de los diputados de France Insumise.
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“Hay más violencia. A veces hay comportamientos que no son los que nos gustaría ver”, dijo el jefe de Estado. Quien pide a los parlamentarios que «hagan lo que hacen»: «No ceder en el fondo, encarnar claridad, rigor, ejemplaridad y fuerza de convicciones». Si bien la mayoría aún debería estar sacudida al comienzo del año escolar, Emmanuel Macron primero lo insta a la «unidad», que «es la clave del éxito». «Divida y hay pocas posibilidades de que sume», bromeó. Una forma de llamar a la «superación» política en dos grandes temas: la inmigración, cuyo proyecto de ley se presentará en otoño, y la planificación ecológica. En cada uno de estos temas, “habrá que construir una línea política clara, unificadora, que permita aunar todas las fuerzas de buena voluntad que nos rodean para construir un proyecto de futuro”, indicó el mandatario.
Habiendo elogiado el «espíritu de continuidad» de su acción, Emmanuel Macron también volvió, en retrospectiva, a los disturbios urbanos que sacudieron el país a principios de julio, tras la muerte de Nahel. «No vamos a hacer como si no hubiera habido algo que dejó estupefacto al país durante unas noches», argumentó el presidente, según quien «la respuesta del Gobierno fue la correcta». “Firmeza, orden republicano, medios sin precedentes sobre el terreno. Una respuesta implacable de la policía y una respuesta muy efectiva de la justicia”, se regocijó Emmanuel Macron. Que llamó a sus tropas a “mirar en profundidad lo sucedido e innovar”.