(Vlora) En Zvërnec, sobre una colina florida que domina el mar, las mariposas que antaño ofrecían a los curiosos los colores más sorprendentes de la naturaleza son cada vez más escasas. Aquí, como en el resto de Albania, la mitad de las mariposas están ahora en peligro.

De las 207 especies de mariposas registradas en el país, 91 están en peligro de extinción y 58 son particularmente vulnerables, según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

“A consecuencia de la actividad humana sobre la naturaleza, pero también del cambio climático, las bonitas mariposas extintas se han llevado un pedazo de mi alma, un pedazo de mi felicidad”, lamenta Fjona Skenderi, estudiante de ciencias naturales en Tirana.

Verdaderas centinelas del estado de naturaleza, valiosos indicadores de la salud del planeta, las mariposas no sólo son bonitas.

“Sensibles a los cambios, son un fiel espejo de las condiciones del ecosistema en el que viven”, afirma la profesora Anila Paparisto, que con sus alumnos de la Universidad de Tirana se ocupa de identificar las mariposas que quedan y las que ya han desaparecido. .

De año en año, vemos una reducción no sólo de las especies, sino también de una disminución considerable de la biomasa de mariposas que habitaban esta reserva natural que alguna vez fue muy rica, explica Paparisto.

Así lo afirma el profesor, el especialista belga Sylvain Cuvelier, coautor del Atlas de las mariposas en Albania; y Altin Hila, agrónomo y coleccionista, dan la voz de alarma. Las causas son múltiples, subrayan: la urbanización descontrolada, los pesticidas y el cambio climático ponen en peligro la supervivencia de las mariposas.

En Zvërnec, entre las mariposas que faltan este año, la más notable es la ausencia de Alexanor, con alas amarillas, negras, rojas y azules.

En su lugar, bajo el sol reflejado por el mar, pequeñas mariposas de alas blancas y negras, llamadas de medio luto o tablero de ajedrez común, beben el néctar de las flores de colza.

En el parque natural de Divjaka, en la costa albanesa, Altin Hila constata la ausencia de Saturia pyri, el gran pavo real nocturno, y de Danaus chrysippus, o pequeña monarca, una mariposa migratoria procedente de África, notable por sus alas con bordes anaranjados y negros.

“Es un año catastrófico, marcado por cambios climáticos, una primavera temprana y temperaturas excesivamente altas en enero y febrero”, explica Hila, quien, impulsado por su pasión por las mariposas, abrió un museo en Divjaka. “Esto favoreció la eclosión de los huevos y el crecimiento de las larvas de mariposa, pero en abril las temperaturas eran demasiado bajas” para que sobrevivieran.

“Cuando hay menos mariposas, lo que se espera es… un efecto mariposa”, advierte Paparisto. “Lo cual impactará en toda la cadena alimentaria, en la biodiversidad, que también es esencial para los humanos”.

Engañosamente bella, reconocible por sus alas blancas bordeadas de marrón, la polilla, llegada de China con la importación de plantas ornamentales, ya ha devastado más del 80% de los bosques de boj de Albania desde 2019, según estimaciones de los expertos.

Al borde de la carretera que bordea el lago Ohrid, en Pogradec (noroeste), los bojes que antaño ofrecían largas hileras verdes son devorados por la oruga de la polilla. Esqueletos y completamente secos… no queda nada de ellos.

Elle s’attaque aux buis lorsqu’elle se trouve à l’état de chenilles : tête noire et luisante, le corps vert clair strié de lignes plus foncées, on la repère facilement s’accrocher aux feuilles et aux tiges de buis dont elle cause la muerte.

Favorecidas por las suaves temperaturas, salieron este año hacia febrero.

Para el profesor Cuvelier: “Es urgente unir esfuerzos para encontrar soluciones. Repensar fundamentalmente nuestro uso de los recursos naturales es el camino a seguir para la protección y restauración de nuestro medio ambiente, el planeta Tierra”.

Según un estudio realizado por decenas de investigadores publicado a principios de junio, el calentamiento global provocado por las actividades humanas ha alcanzado un “ritmo sin precedentes”.