Los empleados del sector del transporte en Alemania están llamados a la huelga el lunes para opinar sobre las negociaciones salariales en curso en un contexto de alta inflación, anunciaron los sindicatos el jueves. Los empleados de aeropuertos, ferrocarriles, transporte marítimo, empresas de autopistas, transporte local están llamados a «un día libre completo», dijeron los sindicatos Ver.di y EVG en una conferencia de prensa en Berlín.

Este movimiento unitario entre las dos uniones es extremadamente raro en la primera economía de la zona euro, donde las negociaciones tarifarias se hacen rama por rama. EVG representa a 230.000 empleados de las empresas ferroviarias, mientras que Ver.di defiende a los empleados de los servicios públicos. “Esperamos una gran participación en las huelgas”, dijo el presidente de Ver.di, Frank Werneke.

Esta convocatoria ilustra el clima social cada vez más tenso en el país, afectado por una alta inflación que llegó a 8,7% en febrero. Se han producido numerosos paros desde hace varios meses, que afectan a diferentes sectores profesionales de la ciudadanía, desde escuelas hasta hospitales. Los dos sindicatos exigen grandes aumentos salariales, respectivamente del 10,5 % para Ver.di y del 12 % para EVG, para compensar la inflación.

Reclamos que han sido rechazados durante las sesiones de negociación de las últimas semanas por los representantes de los empresarios, que incluyen principalmente al Estado y los municipios. Ces derniers proposent une augmentation de 5% avec deux versements uniques de 1.000 et 1.500 euros, respectivement en mai 2023 et janvier 2024. Les syndicats se plaignent également de conditions de travail détériorées, dans un contexte de manque structurel de main-d’œuvre dans el país. “Estamos trabajando al límite, no tenemos suficiente personal”, dijo Frank Werneke.

La próxima semana se reanudan las negociaciones tarifarias para todo el ramo de servicios. Los aeropuertos de Bremen, Berlín, Hamburgo y Hannover ya tuvieron que cancelar 351 vuelos el pasado 11 de marzo, debido a un paro de 24 horas por parte del personal encargado de los controles de seguridad. La huelga afecta desde el miércoles al puerto de Hamburgo, el primero de Alemania, que ha restringido su acceso a barcos de más de 90 metros.