Las emisiones de CO2 de Alemania, el principal país industrial de Europa, han alcanzado su nivel más bajo en unos 70 años, gracias a una disminución mayor de lo esperado en el uso de carbón, según un estudio publicado el jueves. Las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzaron el año pasado 673 millones de toneladas de CO2, “el nivel más bajo desde la década de 1950” y significativamente menos que los 746 millones de toneladas en 2022, según cálculos del grupo de expertos Agora Energiewende.
Alemania está superando el objetivo anual de un máximo de 722 millones de toneladas de CO2, fijado en la ley alemana de protección del clima, explica esta organización de referencia. Estas emisiones fueron un 46% más bajas que el año base 1990, pero el país todavía tiene un camino para alcanzar su objetivo de una reducción del 65% para 2030. La disminución es «en gran medida atribuible a una fuerte caída de la producción de electricidad a partir del carbón», señala el grupo de expertos. Si bien el uso de carbón aumentó en 2022 para compensar el cese de los flujos de gas ruso a Alemania, la quema de carbón cayó el año pasado a su nivel de los años 60.
El consumo de energía en Alemania cayó globalmente un 3,9% interanual, reflejando las dificultades del sector industrial. Las emisiones del sector industrial cayeron 20 millones de toneladas, o un 12% interanual. Además, el país importó más electricidad en 2023, la mitad compuesta por energías renovables y una cuarta parte por energía nuclear, señala el grupo de expertos.
El otro factor que influyó es estructural: Alemania continúa su cambio energético y la producción de electricidad se basa cada vez más en energías renovables. La proporción de electricidad producida a partir de estas energías, principalmente eólica y solar, representó el 55% el año pasado, frente al 48% en 2022, indicó el miércoles la Agencia Federal de Redes. La proporción del carbón en la combinación de producción cayó al 26% en comparación con casi el 34% en 2022. La vivienda y el transporte, por otro lado, vieron sus emisiones “prácticamente estancarse”, por lo que no lograron cumplir los objetivos climáticos por cuarto y tercer año, respectivamente. , subraya Agora Energiewende.
Para alcanzar los objetivos que se ha fijado, Alemania necesita una «ofensiva de inversiones» para modernizar la calefacción de los edificios y la industria, subrayan los expertos. Estiman que sólo el 15% de la reducción de emisiones en 2023 es de carácter “sostenible”, es decir, a largo plazo.