¿Sospecha de angina o cistitis? Los pacientes pronto podrán realizar una prueba de diagnóstico en una farmacia y posteriormente, si es necesario, recibir un tratamiento con antibióticos, sin necesidad de acudir al médico. Una medida propuesta en el próximo proyecto de ley de financiación de la Seguridad Social. Desde 2021, los farmacéuticos ya pueden prescribir antibióticos tras pruebas rápidas de orientación diagnóstica (Trod) que confirman el carácter bacteriano de las amigdalitis y de las infecciones urinarias, pero sólo si ejercen en estructuras sanitarias donde un médico acepta delegarles esta tarea.

Una restricción que pronto dejará de aplicarse: a partir de 2024, las 20.000 farmacias de Francia podrán ofrecer a los pacientes amoxicilina, tras una “prueba rápida de angina” positiva, o fosfomicina para tratar infecciones urinarias ocasionales (es decir, más del 80% de las cistitis). ) siguiendo una pisada. A través de esta competencia ampliada, el ejecutivo busca luchar contra la resistencia a los antibióticos en un país donde el consumo de antibióticos sigue estando entre los más altos de Europa. Según el Seguro de Salud, de seis millones de prescripciones de antibióticos para la angina, sólo dos millones están justificadas.

El dispositivo también está diseñado para aliviar a los médicos generales y responder a los desiertos médicos. La aceleración en el ámbito de las pruebas de detección es bien recibida por los representantes de los farmacéuticos que desean ir aún más lejos abogando por el acceso a la «Trod CRP», la proteína C reactiva, un marcador de inflamación, que puede ayudar a prevenir el consumo de antibióticos cuando no son necesarios. necesario.

Leer tambiénPrevención de la bronquiolitis: una nueva batalla entre gigantes farmacéuticos

Por su parte, el sector industrial se prepara para un aumento de la demanda de estas pruebas relativas a la angina y la cistitis. “Está empezando, estamos entregando algo todos los días. Esperamos una aceleración a partir de noviembre o diciembre”, indica Fabien Larue, director de AZZ, fabricante francés de Trod, que también debe gestionar el aumento de la demanda de pruebas de Covid, debido a la reanudación de la epidemia. Al mismo tiempo, será necesario formar a los farmacéuticos. “Estamos en el proceso de enviar Trods a organizaciones de formación”, añade el gerente que utiliza trabajadores discapacitados para realizar las pruebas.

Sin embargo, no se trata de complicar demasiado la vida de los farmacéuticos, que ya se encargan de la tradicional entrega de medicamentos, de la vacunación o incluso de las pruebas de diagnóstico de la gripe y del Covid realizadas en las farmacias. Por ello, los fabricantes destacan la rapidez y la facilidad de ejecución de Trod, porque “si no es fácil, los farmacéuticos no lo aprovecharán”, asegura Fabien Larue. Su empresa ha desarrollado así un sistema de prueba de cistitis que se puede utilizar “en dos minutos”, “en la esquina de una mesa o mostrador”. Respecto a las anginas, el especialista está “trabajando para mejorar el Trod, para hacerlo en menos de cinco minutos frente a los 10 o 15 minutos” actuales. La mayoría de los pedidos los realizan mayoristas-distribuidores que realizan entregas en farmacias en Francia.

A dos euros por trod para la cistitis y a un euro para la angina, el coste parece moderado para el sistema sanitario, sobre todo porque estas pruebas “no representan volúmenes colosales en comparación con lo que hemos conocido durante el Covid”, subraya Fabien Larue. Sin embargo, el precio del procedimiento aún debe ser fijado por los farmacéuticos. Las ayudas diagnósticas “responden a una necesidad”, reconoce el presidente de la Unión Nacional de Biólogos Médicos (SNMB), Jean-Claude Azoulay, pero, según él, “en caso de repetición excesiva de la cistitis, es necesario realizar una exploración detrás de él, en el laboratorio. Y, sobre todo, ¡cuidado con los hombres, que rara vez padecen cistitis simple!”. Las enfermeras también pueden realizar TRD, pero no recetar antibióticos.