La plus haute juridiction de l’Arizona a estimé mardi qu’une loi de 1864 interdisant la quasi-totalité des avortements était applicable, une décision symbolique avec d’importantes implications électorales à quelques mois de la présidentielle dans cet État-clé du sud des Estados Unidos. Esta ley prohíbe cualquier aborto desde el momento de la concepción, a menos que corra peligro la vida de la madre. La violación o el incesto no se consideran excepciones válidas. Sin embargo, la fiscal general de Arizona, la demócrata Kris Mayes, ha advertido desde hace tiempo que no presentaría ningún cargo.
Habiendo permanecido inactivo durante décadas, “ahora es aplicable”, según una decisión de la Corte Suprema de Arizona. Sus jueces dictaminaron que nada obstaculiza su aplicación ya que en 2022 se anuló la protección constitucional del aborto, responsabilizando a cada estado de legislar sobre el tema.
Aunque no se espera que la ley se aplique en la práctica por el momento, la situación podría cambiar con las elecciones: los fiscales se eligen en Estados Unidos. Esta decisión, por tanto, refuerza los riesgos electorales a medida que se acercan las elecciones presidenciales, en un estado clave donde Joe Biden venció a Donald Trump con sólo 10.000 votos de ventaja en 2020.
El lunes, Donald Trump hizo hincapié con razón en querer dar a los estados americanos libertad para legislar sobre el aborto, en caso de su regreso a la Casa Blanca. “Los estados lo determinarán mediante votación o mediante ley, o quizás ambas cosas. Cualquiera que sea su decisión, debe tener fuerza de ley”, afirmó.
El aborto ha sido un campo de batalla del movimiento conservador durante varias décadas, pero la cancelación de la garantía federal del derecho al aborto ha demostrado ser muy impopular entre el público estadounidense en general en varias elecciones recientes.
Joe Biden denunció inmediatamente una ley “cruel”. Criticando una prohibición «aún más extrema y peligrosa» del aborto, el presidente estadounidense estimó que la decisión judicial de este Estado del oeste de Estados Unidos, decisiva para las elecciones de noviembre, es fruto de funcionarios republicanos electos «que están decididos a quitar la libertad a las mujeres».