Los agentes de policía comenzaron a manifestarse el jueves 18 de enero a petición de sus sindicatos, en particular en Estrasburgo y Burdeos, para protestar contra las condiciones de su movilización el próximo verano por la seguridad de los Juegos Olímpicos de París. En Estrasburgo, bajo una lluvia torrencial, unos cuarenta agentes de policía interrumpen el tráfico a la entrada del Puente de Europa que cruza el Rin en dirección a Alemania.

En una carpa azul con los colores del sindicato Alianza se podía leer “Policías enojados”. Lionel Maunier, secretario departamental, se quejó de la falta de información sobre lo que les espera a sus colegas. «Simplemente sabemos que la presencia requerida será del 100%, incluido el 30% del personal de Estrasburgo en París entre el 24 de julio y el 11 de agosto», explicó a la AFP. “A menos que tengamos hijos, algunos de nosotros también somos cuidadores. No sabemos cómo nos vamos a organizar, no podemos planificar el futuro”, lamenta.

La movilización de los agentes de policía de Estrasburgo, que suman un millar de hombres en total, comenzó a medianoche con una concentración en la sede de la policía de la ciudad alsaciana. Según Alliance, está prevista otra reunión por la tarde en el aeropuerto con la policía de fronteras.

En toda Francia, «300 comisarías de policía están bloqueadas» el jueves y sólo se prestan servicios de emergencia, según Sylvain André, miembro de la Alianza en Estrasburgo. La mayoría de las concentraciones para este “jueves negro” convocadas por los sindicatos policiales están programadas desde el mediodía hasta las 14 horas.

En el aeropuerto Charles-de-Gaulle de París, los agentes de policía llevaron a cabo una huelga de trabajo al comienzo del día, lo que provocó una hora adicional de espera para los pasajeros, según una fuente del aeropuerto. En Burdeos, una decena de representantes de la Policía Nacional de la Alianza se reunieron en la comisaría de Saint-Jean para distribuir un folleto que proclamaba “¡La delincuencia no se tomará vacaciones!”.

Christophe Gras, secretario regional del sindicato, afirma que durante los Juegos Olímpicos se esperan “12 horas de turnos, cinco días de trabajo y un día de descanso”. Espera “una bonificación excepcional para un evento excepcional”. Añade que el suroeste es una región festiva y lamenta que “no haya CRS en los distintos festivales de Bayona, Dax (…) ni en las playas”.