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El sacerdote y defensor de los derechos humanos, Marcelo Pérez, fue asesinado a tiros el domingo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Después de celebrar una misa, dos individuos en motocicleta dispararon contra su vehículo, dejando su cuerpo sin vida, según la fiscalía local.

El obispo de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, lamentó el asesinato de Pérez, un sacerdote indígena nacido en Chiapas. La Iglesia continuará buscando la paz con verdad y justicia, y los funerales se llevarán a cabo en su parroquia.

El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, declaró que se están realizando investigaciones para evitar que el crimen quede impune. Pérez era conocido no solo por su labor religiosa, sino también por su defensa de los derechos humanos y por denunciar la violencia vinculada al narcotráfico en la región.

Aunque en 2021 apoyó a un grupo armado en Pantelhó y fue acusado de estar relacionado con un secuestro, Pérez negó haber participado en ese delito. En 2022, diversas organizaciones internacionales denunciaron los intentos de criminalizar al sacerdote.

En un país afectado por la violencia, varios religiosos han sido asesinados en los últimos años. Uno de los crímenes más indignantes fue el de los sacerdotes jesuitas en Chihuahua en junio de 2022. Desde 2006, México ha sufrido más de 450,000 muertes violentas y decenas de miles de desapariciones, según datos oficiales.

La trágica muerte de Marcelo Pérez resalta la situación de inseguridad que enfrentan los defensores de los derechos humanos en México y la necesidad de tomar medidas para proteger su labor y garantizar la justicia en estos casos.