Un estadounidense condenado a cadena perpetua por el asesinato de su esposa, luego a muerte tras confesar en prisión otro asesinato, fue ejecutado el jueves 3 de agosto mediante inyección letal en Florida, en el sureste de Estados Unidos, informaron medios locales. James Barnes, de 61 años, que no solicitó una suspensión de la ejecución, fue ejecutado poco después de las 18:00 horas (22:00 GMT) en la prisión estatal de Raiford.

Cumplía cadena perpetua por el asesinato de su esposa, Linda, en 1997, cuando confesó haber violado y asesinado a Patricia Miller, una enfermera de 41 años, en 1988. Entrevistado por el cineasta alemán Werner Herzog para su serie documental On Death Row (En el corredor de la muerte) estrenada en 2012, James Barnes también confesó otros dos asesinatos por los que nunca fue procesado.

A fines de julio, la Conferencia de Obispos Católicos de Florida instó al gobernador republicano del estado, Ron DeSantis, a suspender su ejecución. “La aceptación de la muerte por parte del Sr. Barnes no absuelve al estado que se la ha infligido”, escribieron los obispos en una carta al gobernador. Ron DeSantis, candidato a la nominación de su partido para las elecciones presidenciales de 2024, firmó la sentencia de muerte del condenado y desestimó cualquier suspensión de la ejecución.

Esta es la quinta ejecución en Florida este año y la 17 en Estados Unidos, todas realizadas mediante inyección letal. El martes, el estado de Missouri ejecutó a Johnny Johnson, de 45 años, por el asesinato en 2002 de una niña de 6 años. La ejecución se llevó a cabo a pesar de una controversia en torno a la salud mental del condenado.