Después de casi tres semanas de juicio, es la hora de la verdad para Nicolás Zepeda: la Sala del Alto Saona pronunciará su veredicto el jueves 21 de diciembre y dirá si el chileno, juzgado en apelación, es culpable o no del asesinato de su ex japonés. -novia Narumi Kurosaki. La audiencia se reanudará a las 9.00 horas y el último orador se dirigirá al acusado, que continuó proclamando su inocencia durante este juicio de apelación. Luego el tribunal se retirará a deliberar.
No se espera que ella dé su veredicto hasta dentro de varias horas, concluyendo un juicio que vio varios momentos de intensa emoción, en particular durante el desgarrador testimonio de la madre de Narumi y sus dos hermanas, quienes hablaron en el estrado de su dolor imposible en ausencia de la joven. cuerpo. El año pasado, Nicolás Zepeda fue declarado culpable por el tribunal de Doubs del asesinato de Narumi, en diciembre de 2016, que entonces tenía 21 años, y condenado a 28 años de prisión.
El miércoles, el fiscal general solicitó cadena perpetua sin garantía contra el chileno de 33 años. Étienne Manteaux también solicitó una inadmisibilidad permanente del país una vez cumplida la pena.
“Todo apunta hacia Nicolás Zepeda en la muerte de Narumi Kurosaki”, insistió en su acusación. Aunque el cuerpo del estudiante japonés nunca fue encontrado, el magistrado insistió en la “fuerza de los cargos” contra el acusado. A lo largo de este segundo juicio, durante el cual habló en un excelente francés, Nicolás Zepeda se mostró a menudo en dificultades, luchando por justificarse sobre numerosos puntos del caso o sobre sus reveses.
“Mintió tanto en este asunto que la credibilidad de sus palabras queda destruida”, afirmó Étienne Manteaux. Nicolás Zepeda admitió así “algunas mentiras”, admitiendo, por ejemplo, haber ido a Francia para encontrarse con Narumi y reencontrarse con ella, mientras que hasta entonces había afirmado un encuentro casual con su ex.
Pero en lo fundamental, es decir, en su culpabilidad, se mantuvo firme: no mató a Narumi. Argumentos que no convencieron a las partes civiles, ni tampoco al fiscal general, quien vio en Nicolás Zepeda al “autor evidente” del crimen, “devorado (…) por su delirio de posesión”.
En la habitación universitaria de la japonesa, la noche del 4 al 5 de diciembre de 2016, la joven sin duda se negó a retomar el hilo de su relación, la “asfixió” o la “estranguló” antes de deshacerse del cuerpo en una zona boscosa. donde había explorado, según el escenario propuesto a los jurados por Étienne Manteaux.
“No encuentro ninguna circunstancia atenuante”, afirmó, evocando, como la abogada de la familia Narumi, Sylvie Galley, el término “feminicidio”.
En su defensa, los señores Renaud Portejoie y Sylvain Cormier criticaron la investigación e intentaron infundir “dudas” a los miembros del jurado, señalando las “abismales zonas grises” que, según ellos, pueblan el caso, así como la falta de pruebas que permitan que encuentren culpable a su cliente. Maître Cormier esbozó en particular la hipótesis de una posible desaparición voluntaria de Narumi Kurosaki, una joven posiblemente “en ruptura” con su familia.
El maître Portejoie instó a los jurados a absolver a Nicolás Zepeda, planteando un escenario alternativo, el de una violencia intencionada que lleva a la muerte sin intención de provocarla: durante una discusión, la cabeza de Narumi habría golpeado un radiador de su habitación, provocándole un traumatismo craneoencefálico que podría han provocado una muerte rápida. “Los crímenes sin cuerpo son el vacío” que “alimenta la fantasía”, afirmó. En caso de una nueva condena, el chileno, hijo de un ex ejecutivo de una empresa de telecomunicaciones, aún podría apelar ante el Tribunal de Casación.