La Fiscalía Nacional Antiterrorista (Pnat) solicitó el juicio contra dos jóvenes sospechosos de haber querido atentar en un bar de Lyon afiliado al movimiento Generación Identidad, supo el jueves a la AFP fuentes cercanas al caso y fuentes judiciales.
En sus requerimientos notificados el 19 de abril, el Pnat solicita que estos dos hombres, de 17 y 19 años en el momento de su detención, sean juzgados por asociación delictuosa terrorista, apología del terrorismo y, para los más jóvenes, también por amenazas de muerte en relación con una empresa terrorista. Las investigaciones, iniciadas en agosto de 2022 como investigación preliminar, se basan en particular en la infiltración de un agente en un grupo de mensajería cifrada de Telegram. Los dos jóvenes se encontraron entonces con este agente pensando que podría proporcionarles armas, afirmó una fuente cercana al caso.
Durante estos encuentros, el más joven le confió al agente que no sabía manejar armas automáticas, pero que estaba decidido a trabajar para financiar su compra, continúa la misma fuente. El mayor precisó que quería ir a Siria pero, ante la dificultad de organizar esta salida, consideró un ataque al territorio.
El menor también está acusado de haber amenazado en las redes sociales a un simpatizante de extrema derecha con decapitarlo y de haber creado un grupo en Telegram llamado «Estado Islámico Francés», según la fuente conocedora del caso. Los dos están acusados también de haber tenido contactos con miembros del grupo yihadista de Oumar Diaby, añadió la fuente judicial. Detenidos en Yvelines en marzo de 2023, fueron acusados y encarcelados.
A lo largo del procedimiento, aseguraron que nunca quisieron actuar contra los objetivos mencionados en sus intercambios – policías, militares, judíos, transexuales, el colegio de abogados de Lyon… – sino que querían «impresionar» y «hacer Date una imagen”, explica la fuente cercana. El más joven de ellos fue puesto recientemente bajo supervisión judicial, después de 13 meses de prisión preventiva.
Según la fuente cercana, los equipos penitenciarios y de reinserción destacaron su verdadero viaje de “introspección”, en particular con un mediador religioso. Los equipos también analizan su fascinación por la violencia yihadista a través de la necesidad de “llenar un vacío” mientras crecía en un contexto familiar difícil y en barrios precarios donde se encontró con la “ultraviolencia”. Por su parte, el sospechoso indicó que “todo empezó” cuando vio videos de los ataques en Christchurch, Nueva Zelanda, donde un supremacista blanco mató a 51 fieles musulmanes. El joven habría querido entonces luchar contra los “terroristas de extrema derecha”.