“Banda de fascistas”. Después de gritar estas palabras al margen de la marcha parisina contra el antisemitismo, un ciclista fue atacado por un grupo de individuos el domingo 12 de noviembre, según supo Le Figaro por una fuente policial. Marine Le Pen y la Agrupación Nacional, que participaron en el acto, estaban detrás de la procesión no muy lejos, cuando estallaron los enfrentamientos hacia las 17:10 horas, cerca del bulevar Saint-Germain.

En las imágenes que circulan en las redes sociales, vemos a una veintena de personas, vestidas de negro y en ocasiones con el rostro oculto, pateando violentamente a un individuo visiblemente en el suelo, gritando “¡que se joda su madre!”. Varios de los responsables de estos enfrentamientos exhibieron banderas israelíes, así como la bandera amarilla y negra de la Liga de Defensa Judía, este grupo de autodefensa neosionista, que presenta un puño en una estrella de David. Algunos muestran máscaras amarillas o negras. Al cabo de unos segundos, la policía logró dispersar a la multitud, que regresó a la procesión.

Sin embargo, precisa nuestra fuente policial, “no se ha confirmado la pertenencia de los violentos a un grupo concreto”. “En cambio, el transeúnte que se negó a recibir tratamiento por parte de los bomberos presentará una denuncia”.

“Ningún miembro de la Liga de Defensa Judía participó en esta violencia”, afirma Michel Lévy, director de comunicación del LDJ, quien confirma que miembros del grupo que no tienen estatus legal en Francia estuvieron muy presentes en la procesión, donde ” brindó seguridad a Marine Le Pen”. “Negamos formalmente cualquier participación en estos enfrentamientos. No nos dieron puñetazos ni patadas”, afirmó.

Después de causar polémica, el domingo 12 de noviembre tuvo lugar la gran marcha contra el antisemitismo deseada por la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, y el presidente del Senado, Gérard Larcher. En los días anteriores, la presencia de la Agrupación Nacional y de su “candidata natural” Marine Le Pen había despertado la ira de la clase política, y el portavoz del gobierno, Olivier Véran, la consideró “indecente”. Por su parte, Marine Le Pen dijo el domingo a la prensa “estar exactamente donde debe estar”.

En total, 105.000 personas se reunieron en París bajo un cielo gris salpicado de claros en apoyo a la comunidad judía. Esto ha sido objeto de 1.518 actos y comentarios antisemitas desde el 7 de octubre en Francia, día en que el ataque masivo de Hamás contra Israel relanzó una guerra sangrienta entre el Estado hebreo y el grupo islamista palestino.