La reunión prevista para el miércoles 5 de abril entre la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y el presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Kevin McCarthy, “perjudicará aún más” a las relaciones Pekín-Washington, deploró la diplomacia china el lunes 3 de abril. La entrevista «herirá los sentimientos» de los 1.400 millones de chinos y «tendrá repercusiones en la base política de las relaciones chino-estadounidenses», dijo en un comunicado un portavoz del consulado chino en Los Ángeles.
China considera como una de sus provincias a la isla de Taiwán, con 23 millones de habitantes, que aún no ha logrado reunificar con el resto de su territorio desde el final de la guerra civil China en 1949. Estados Unidos , que otorgó reconocimiento diplomático a la República Popular China en 1979, sigue siendo, sin embargo, el aliado más poderoso de Taiwán, así como su principal proveedor de armas.
China no permite que ningún país tenga relaciones oficiales tanto con Beijing como con Taipei, bajo el “principio de una sola China”. Sin embargo, en agosto pasado, Nancy Pelosi, entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, había visitado Taiwán, provocando la ira de Beijing que había llevado a cabo en represalia por ejercicios militares muy importantes alrededor de la isla.
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“Kevin McCarthy, desafiando el amplio apoyo de la comunidad internacional al principio de una sola China, ignorando las lecciones que se deberían haber aprendido, persiste en seguir queriendo jugar la carta de Taiwán” contra Pekín, indica el consulado. “Sin duda, volverá a cometer el mismo error, lo que dañará aún más la relación entre China y Estados Unidos. Pero solo fortalecerá la voluntad y la determinación del pueblo chino en su indignación común y su apoyo a la reunificación nacional”.
Tsai Ing-wen volará el martes 4 de abril desde Belice, donde está de visita, a California, donde se reunirá con Kevin McCarthy. China ha prometido «tomar represalias» a una posible reunión entre los dos funcionarios. Esta reunión “dará una muy mala señal a favor de los separatistas que hacen campaña por una supuesta independencia de Taiwán” y “no contribuirá en nada a la paz, la seguridad o la estabilidad de la región”, lamentó el consulado.
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Las autoridades chinas han tratado de aislar diplomáticamente a Taipei desde que Tsai Ing-wen llegó al poder en 2016 porque es miembro de un partido que tradicionalmente hace campaña por la independencia, una línea roja absoluta para Beijing.
