“No todo comediante es Raymond Devos”, alegó el jueves 6 de abril el abogado de Jean-Marie Bigard, juzgado en Draguignan por “insultos públicos” y “difamación” hacia su ex productor, afirmando que si las palabras de su cliente fueran “vulgares y grosero”, no eran ilegales.
Juzgado ante el tribunal penal de Draguignan el jueves, Jean-Marie Bigard, de 58 años, es procesado por sus comentarios virulentos hacia su exproductora Chrystel Camus, primero en el marco del programa TPMP en C8 y luego en la antena de South Radio. Al solicitar la liberación de Jean-Marie Bigard, Me Philippe Schreck reconoció que los términos utilizados por el comediante fueron “vulgares, extremadamente obscenos y groseros. Pero no todo humorista es Raymond Devos», prosiguió, en alusión al humorista franco-belga fallecido en 2006, autor de sutiles juegos de palabras. “Es su elección como comediante decir palabrotas. Otros lo hacen imitando o imitando”, agregó el abogado, también diputado de RN por el Var desde las últimas elecciones legislativas.
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Domiciliada en el Var, Chrystel Camus, sobrina de Jean-Claude Camus, el exproductor de Johnny Hallyday, reclama al cómico 60.000 euros, cantidad que correspondería al perjuicio que considera haber sufrido a raíz de la cancelación de un dúo mencionado durante un tiempo entre Jean-Marie Bigard y el controvertido Dieudonné. Asegurando que la señora Camus había llegado a pedirle 14 millones de euros por este litigio, el señor Bigard había afirmado, el 23 de septiembre, en Sud Radio, que éste “es un sinvergüenza” que no tendría “más licencia para producir espectáculos. Ella vende boletos y se queda con el dinero.
“14 millones, en tanto que les vas a dar por el culo, vas a tener que enrollarlos bien porque te vas a lastimar el ojete”, prosiguió el humorista, según un extracto del programa Sud Radio emitido en la audiencia, a solicitud del abogado de la señora Camus, Me Hubert Drevet. “Podemos deplorar que la vulgaridad invada los televisores, pero no cae bajo la ley”, replicó el Sr. Schreck.
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Para Me Drevet, “hay un prejuicio real cuando tratamos a la señora Camus como una sinvergüenza”. En cuanto a los demás comentarios, “estamos en el insulto caracterizado, es grosero, denigrante, no me extraña del señor Bigard, que también es un buen comediante”, agregó. “Si (estas palabras) no son objetables, ¿qué lo es? Tenemos un abuso que debe ser sancionado”, insistió el abogado. El fiscal no hizo ningún requerimiento, “en relación con la decisión del tribunal”, que fue puesta en conocimiento el 10 de mayo.