El exprimer ministro Boris Johnson dijo este miércoles que se opondrá al acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas sobre las reglas comerciales en Irlanda del Norte, cuya votación está prevista para el miércoles en el Parlamento, y que está provocando divisiones entre los conservadores. «Esto es inaceptable. Votaré en contra de los arreglos propuestos”, dijo Boris Johnson en un comunicado difundido el miércoles por la mañana, horas antes de la votación, pero también antes de su audiencia ante una comisión que investiga los escándalos de las fiestas organizadas en Downing Street durante la pandemia de Covid-19.

Los parlamentarios británicos votarán uno de los elementos de este acuerdo, denominado “marco de Windsor” y firmado a principios de marzo entre el nuevo primer ministro Rishi Sunak y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen. Esta es una medida, llamada «freno de Stormont» por el nombre del edificio que alberga el parlamento de Irlanda del Norte, que permite a los parlamentarios de la provincia bloquear la aplicación de las nuevas reglas comerciales votadas en Bruselas y que probablemente se aplicarán en Irlanda del Norte.

“Los arreglos propuestos significarían que Irlanda del Norte permanece cautiva de las normas de la UE y, por lo tanto, divergirán gradualmente del resto del Reino Unido, o significarían que todo el Reino Unido no puede emanciparse adecuadamente (de la UE) y beneficiarse del Brexit”, criticó Boris Johnson. E instó al Gobierno a adoptar la ley que él mismo había defendido para retirar unilateralmente a Reino Unido del protocolo firmado con Bruselas y que rige el estatus de Irlanda del Norte.

El resultado de la votación promete no ser una verdadera sorpresa, ya que se espera que la mayoría de los conservadores y la oposición laborista voten a favor del texto, pero vuelve a encender la mecha de las divisiones dentro del partido conservador sobre cómo hacer realidad el Brexit. Un grupo de parlamentarios conservadores, unidos en el Grupo Europeo de Investigación (ERG), criticó el “freno Stormont”, diciendo que sería “en la práctica inutilizable”.

Lamentan “que no se elimine ninguna ley de la UE (…) en Irlanda del Norte contrariamente a lo que ha declarado el gobierno. Esta docena de diputados euroescépticos, antaño muy influyentes pero cuyo peso se ha desvanecido dentro de los tories, aún no han decidido si se opondrán al texto o se abstendrán en la votación. Este acuerdo también es criticado en Irlanda del Norte por los unionistas del DUP, cuyo partido ha paralizado durante casi un año las instituciones locales para oponerse al estatus post-Brexit de la provincia. Sus ocho miembros del Parlamento británico ya han dicho que votarían en contra del texto.