Un adolescente brasileño mató a sus padres antes de prender fuego a sus cuerpos en Río de Janeiro, anunció la policía local el viernes 24 de mayo, menos de una semana después de un incidente similar en São Paulo. La policía militar de Río dice haber “encontrado dos cuerpos carbonizados” durante la noche del jueves al viernes, en la casa del adolescente de 16 años, que fue llevado a la comisaría. Fue “detenido en flagrante delito”, según la división de Homicidios, que abrió una investigación “para esclarecer los hechos y la motivación de los asesinatos”.
Según varios medios locales, el adolescente, que fue adoptado por las víctimas en 2014, mató a sus padres con un martillo. Luego salió de su casa para ir a comer con un amigo. A su regreso, prendió fuego a la habitación donde se encontraban los cadáveres de sus padres, antes de llamar a los bomberos y a la policía, informan estos medios. Según el sitio de noticias G1, el adolescente le dijo a la policía que había discutido con su padre y su madre porque no habían aceptado que faltara a la escuela para “descansar antes de una clase de jiu-jitsu”.
A principios de esta semana, Brasil quedó conmocionado por la revelación de un triple homicidio cometido por otro adolescente de 16 años, que mató a tiros a sus padres adoptivos y a su hermana en São Paulo. Como en la noticia de Río, “la policía fue llamada por el propio adolescente, quien confesó el crimen”, dijeron las autoridades locales. Las víctimas fueron asesinadas con el arma reglamentaria de su padre, un policía municipal de 57 años.
Los hechos tuvieron lugar el 17 de mayo, pero no fueron revelados hasta el lunes pasado, ya que el adolescente permaneció junto a los cadáveres durante tres días antes de llamar a la policía. Durante este tiempo, fue a un gimnasio y compró en una panadería. Le dijo a la policía que apuñaló el cuerpo de su madre “con rabia” el sábado pasado, el día después del triple homicidio. El comisario encargado de la investigación, Roberto Afonso, explicó a la televisión local que el adolescente se había sentido “muy frustrado” después de que sus padres le quitaran su teléfono móvil tras una discusión.
Brasil es uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios de 23,4 por 100.000 habitantes en 2022, según los datos más recientes de la ONG Foro de Seguridad Pública.