PARTES SUPERIORES

Los jugadores de Brest (Le Douaron y Chardonnet) lo recordaron al final del encuentro, «no estamos mantenidos, pero hemos dado un primer paso para mantener». Sí, el Brest consiguió el gran hit de la tarde, pero más aún, de la 33ª jornada de la Ligue 1 al pie de la clasificación. Los bretones, que ocupaban el puesto 17 y, por lo tanto, los primeros relegados antes de la reunión, se levantaron de este asiento eyectable para sentar allí a los nanteses. Quedan seis jornadas para el final y el Brest respira con una victoria ante un competidor directo que le permite mirar la zona roja desde más lejos, desde la 14ª plaza.

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Si el Brest facilitó la tarea fue gracias a un colectivo bien engrasado y un realismo que marcó la diferencia al resguardarse finalmente del parón. En la agresividad y las ganas, sentimos un equipo que luchaba por su supervivencia y es una mentalidad que bien podría salvar a los bretones al final de la temporada. El segundo gol, el de Mathias Pereira Lage es la perfecta ilustración de ello con un cambio de juego admirable de Steve Mounié para Kenny Lala que esperó encontrar compañero en el área y lo hizo bien depositando el balón en la cabeza de Pereira. Lage, que solo tuvo que extender el balón en la pequeña red de Alban Lafont. Un magnífico gol construido colectivamente de principio a fin.

FRACASOS

Canarias tuvo la oportunidad de redimirse de la derrota en la final de la Copa de Francia ante el Toulouse (1-5) haciendo un buen trabajo en la lucha por el mantenimiento. Pero no es así, fruto de las carreras, el Nantes complica el final de temporada y tendrá que azotar hasta el último minuto. Sentimos este miércoles por la noche un equipo que no quería tanto como su rival. Los jugadores de Antoine Kombouaré solo jugaron de forma intermitente en el partido y todavía parecían atónitos por la derrota del sábado pasado en el Stade de France.

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Uno de los gestos que necesariamente recordaremos es el disparate de Alban Lafont que abrió los debates para un equipo de Brest que no pedía tanto. Después de un despeje de la defensa del Brest en su área, Lafont falló por completo su despeje, lo que le permitió a Le Douaron, que estaba mirando, ajustar la portería vacía para el primer gol. Un error que por sí solo no costó la derrota de su equipo pero que contribuyó en gran medida a ella.