Le Figaro Burdeos

¿Podría ver la luz una “sala de tiro” en Burdeos? Este es el temor reavivado de los residentes y comerciantes del barrio de Saint-Paul, que se quejan regularmente de las molestias causadas por los drogadictos en los alrededores de la plaza de la granja de Richemont, a dos pasos de la rue Sainte-Catherine, la principal calle peatonal y comercial. arteria de Burdeos. Aunque la prefectura se opone a este proyecto, el ayuntamiento de Burdeos intenta reactivar las negociaciones para que una estructura específica pueda ver la luz en el centro de la ciudad.

“Habíamos solicitado una reunión con la anterior prefecta, pero nos la negaron, debido a los incendios del verano y porque ella se iba”, explica Isabelle Faure, concejala municipal encargada del acceso a la asistencia a los más vulnerables y de la autonomía. Desde el inicio del año escolar, la ciudad quería organizar una reunión del comité directivo (COPIL), en la que participarían, además de la ciudad, la prefectura, la agencia regional de salud y el fiscal. “Estamos en el proceso de convocar a todos los socios para intentar reimpulsar esta COPIL”, explica el electo, que lamenta que los actores institucionales estén demorando este tema.

Para muchos, instalar un sistema de este tipo en Burdeos no es nada obvio e incluso podría resultar contraproducente. Las “salas de tiro”, inicialmente llamadas “salas de bajo consumo de riesgo” (SCMR) en Francia, fueron objeto de un decreto ministerial en 2022 que permite el establecimiento de “paradas de atención a las adicciones” (HSA) en las ciudades que lo deseen. Estas paradas pueden ser supervisadas por un centro de acogida y apoyo para la reducción de riesgos de los consumidores de drogas (CAARUD). Desde 2016, sólo dos estructuras han visto la luz, en París y Estrasburgo, y una tercera podría abrir pronto en Marsella.

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Para la prefectura de Gironda, la prioridad no es abrir una HSA sino “estudiar la reubicación de la asociación La Case”, que alberga un CAARUD en la calle Saint-James. Entre sus defensores y los vecinos del barrio se produce una especie de paradoja de la gallina y el huevo: los vecinos y los comerciantes se quejan de numerosas molestias, de drogadictos consumiendo drogas en plena calle y tirando jeringuillas y residuos, pero CAARUD y los El ayuntamiento afirma que, por el contrario, la presencia de consumidores hizo que La Case se instalara en el barrio.

«No son los CAARUD los que atraen a los consumidores», insiste Isabelle Faure, para quien «hay un conflicto de uso porque el barrio se ha aburguesado». Reconociendo que “los llamados “dog punks” están en este ámbito desde hace décadas”, el electo precisa que la instalación de una HSA podría permitir “desviar el flujo” proveniente de la Caja. La asistente también recuerda que, además de los cuidados, la cuestión del alojamiento es fundamental para combatir esta situación. “Hay incondicionales de la calle y del consumo pero también hay un montón de gente que consume porque está en la calle”. El ayuntamiento de Burdeos también presentará una demanda de indemnización contra el Estado, al que acusa de fallos en su política de alojamiento de emergencia.

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Sin oponerse a debates sobre el tema, la prefectura reitera firmemente su opinión sobre la posible apertura de una HSA. “El prefecto Étienne Guyot está en la misma posición que su predecesor en este tema, no es partidario de abrir una sala de tiro”, explica la prefectura, pero “los servicios estatales han aceptado el principio de trabajar en un grupo técnico, del cual el ayuntamiento es el autor, cuyo objetivo es definir un diagnóstico. Una especie de despido, pero que no impide que el ayuntamiento siga creyendo que el tema puede tener éxito. “Es un trabajo a largo plazo”, suspira Isabelle Faure, que cree que la cuestión no es simplemente una cuestión de paz pública sino de salud pública.

En torno a La Case, sin embargo, el ayuntamiento reconoce “un problema real de tranquilidad y seguridad pública que se ha agravado en las últimas semanas”. Para muchos residentes y comerciantes, la asociación simplemente ya no tiene su lugar en este distrito peatonal y turístico. “Tener al lado el edificio más bello de Burdeos [la Gran campana, construida en el siglo XV], es lamentable”, lamenta Danielle Pendanx, presidenta de la asociación de vecinos de Saint-Paul. La fiscal, por su parte, se muestra más bien a favor de la generalización de la orden terapéutica. «Se trata de una medida alternativa al procesamiento», que ofrece a los consumidores de drogas una opción: «atención o represión», explica la fiscalía.