Le Figaro Burdeos

La calma, si fue una, habrá durado tres semanas. Según varias fuentes concordantes en Le Figaro el miércoles, el dispositivo de bloqueo de parada, instalado en la prisión de Gradignan a mediados de mayo, se levantó parcialmente el lunes. Por lo tanto, las admisiones ya no se suspenden, sino que se restringen a las personas juzgadas en comparecencia inmediata. Sin embargo, la tasa de ocupación del centro de detención preventiva, aunque inferior a su punto máximo el 9 de mayo (874 alojados para 430 plazas in situ y 1250 reclusos), sigue siendo explosiva. El hacinamiento carcelario en el centro de detención llegó al 205% allí con 70 reclusos durmiendo en colchones en el suelo el miércoles.

“Si la situación no evoluciona en la dirección correcta, los supervisores responsables que somos, tendremos que ser escuchados por las barricadas si es necesario”, alerta Hubert Gratraud. El representante sindical de Force Ouvrière, si entiende esta decisión, insiste en “la gran inseguridad” que este hacinamiento carcelario provoca a los carceleros. Que la administración esté alerta: fuera de discusión que “acepten que la situación vuelve a ser la que era” hace un mes. Si es necesario, se organizará “un movimiento colectivo frente a la puerta principal”, advierte. Problema: mientras que la presión en la prisión de Gradignan se relajaba ligeramente a través de los traslados y gracias a la suspensión de las admisiones, eran las de Mont-de-Marsan y Poitiers las que llegaban al umbral de sus capacidades. La serpiente, de nuevo, se muerde la cola.

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El ejecutivo, consciente del problema, dio a conocer su plan de justicia el 5 de enero. Incluye, en particular, la finalización del plan de 15.000 plazas adicionales en prisión prometido en 2018. Esta declaración estuvo acompañada del anuncio de un reclutamiento masivo de 10.000 funcionarios judiciales, incluidos 1.500 magistrados. ¿Este plan es golpeado por una “procrastinación inexorable” como fustigó el diputado Patrick Hetzel (LR) en un informe informativo presentado a la Asamblea Nacional el 25 de mayo? En Gradignan, la nueva prisión se está construyendo bien. Debe entregarse en su totalidad y según lo previsto en 2027. Por otro lado, solo cuenta con 600 plazas, una cifra inferior a la realidad de las personas alojadas actualmente. Esto sugiere que las instalaciones estarán superpobladas una vez que se complete la mudanza.

“La cadena penal está fallando. Los magistrados están sin aliento e incapaces de trabajar en los expedientes con el compromiso que tienen. No hay mala voluntad”, señala Me Christine Maze. El presidente del colegio de abogados de Burdeos, que denuncia regularmente las condiciones de detención en Gradignan y la obstrucción a la reinserción que generan, llamó este martes a los abogados a movilizarse. Los alienta a multiplicar las solicitudes de medidas alternativas a la detención para descongestionar las cárceles. Para quien ya organizó en 2015 un ciclo de conferencias titulado “Las grietas de la prisión”, no es de extrañar que el dispositivo de tope no durara más en Gradignan.

“Entiendo que la situación vuelve a ser insostenible y que no existen los medios para suponer un parón por más tiempo”, analiza Christine Maze. Según ella, entre la necesidad de preservar la seguridad pública y el aumento de la población de Burdeos -que naturalmente ha provocado un aumento de la delincuencia- existe la urgente necesidad de “dar los medios para trabajar en medidas alternativas a la detención”. La suspensión de la nuez se levantó solo parcialmente y la suspensión total de las admisiones, sin embargo, duró tres semanas, el presidente de Burdeos, sin embargo, acoge con satisfacción “la posición firme adoptada por una decisión que sigue siendo valiente y sin precedentes”.