Los servicios de seguridad de Burkina Faso, asolados por la violencia yihadista recurrente, publicaron el jueves 8 de junio una lista de 20 «terroristas buscados activamente», ofreciendo bonificaciones por su detención o «neutralización» que oscilan entre los 150.000 y los 275.000 euros. Los individuos, cuyos retratos se difundieron en los medios locales, son «buscados activamente por participación o complicidad en la planificación o realización de actos terroristas». «Si proporciona información, como permitir el arresto o la neutralización de uno de estos individuos, recibirá la cantidad indicada en la foto del interesado», especifica un mensaje del ministerio a cargo de la Seguridad, publicado con los retratos. .
Encabezan la lista Sidibé Dramane alias Hamza y Diallo Moussa alias Abou Ganiou, de 45 y 40 años respectivamente. Las autoridades burkinesas ofrecen 180 millones de francos CFA (unos 275.000 euros) por la captura de cada uno de ellos. “Hamza” es cercano al maliense Amadou Koufa, un importante líder del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (Jnim en árabe), la principal coalición afiliada a al-Qaeda en el Sahel. En la lista también están los líderes de katiba (unidad de combate de grupos yihadistas) incluidos Dicko Hamadoun alias Suu-ka Maldê y Bolly Oumarou alias Oumi cuyas cabezas tienen un precio de 175 millones FCFA (265,00 euros) cada una. Las personas buscadas son todas burkineses, en su mayoría nacidas en la región norte, a excepción de Sita Housseini alias Lookmann, una nigeriana de 33 años.
Burkina Faso está atrapada desde 2015 en una espiral de violencia yihadista que apareció en Malí y Níger unos años antes y que se ha extendido más allá de sus fronteras. La violencia ha dejado más de 10.000 muertos, civiles y militares, en los últimos siete años, según ONG, y más de dos millones de desplazados internos. Según el gobierno, el ejército controla el 65% del territorio nacional. Burkina está gobernada desde septiembre pasado por una junta militar encabezada por el capitán Ibrahim Traoré, que llegó al poder tras un golpe de estado, el segundo en ocho meses.