La Unión Europea pidió a las autoridades de Uagadugú que «arrojen luz» sobre una «masacre» de civiles que, según se informa, dejó un centenar de muertos. «Casi un centenar de civiles, entre ellos mujeres y niños, habrían sido asesinados durante una masacre en la aldea de Zaongo, en la región centro-norte de Burkina Faso», según un comunicado de la UE, que pide «arrojar luz sobre las circunstancias de este asesinato para determinar responsabilidades”.
La jefa de Asuntos Africanos del Departamento de Estado de Estados Unidos, Molly Phee, declaró el viernes en X (antes Twitter) que estaba “conmocionada y entristecida” por la noticia de la masacre. «El gobierno de Estados Unidos condena este ataque en los términos más enérgicos», dijo, y pidió también a la junta de Burkina Faso que investigue.
Según la revista Jeune Afrique, la masacre fue perpetrada por hombres no identificados el 6 de noviembre de 2023. Varias publicaciones en las redes sociales han mostrado en los últimos días fotografías de cadáveres de mujeres y niños, presentados como habitantes de Zaongo.
En abril se abrió una investigación en Burkina tras la masacre de 136 personas – entre ellas 50 mujeres y 21 niños – el 20 de abril, por hombres vestidos con uniformes militares, en Karma, en el norte del país.
El presidente de la transición, el capitán Ibrahim Traoré, pidió entonces evitar «conclusiones apresuradas» y no acusar inmediatamente al ejército de ser responsable de esta masacre.
Desde 2015, Burkina Faso se encuentra atrapada en una espiral de violencia atribuida a grupos yihadistas afiliados a Al-Qaeda y al grupo Estado Islámico (EI), que ha dejado más de 17.000 civiles y militares muertos y más de dos millones de desplazados internos.
El capitán Ibrahim Traoré, que llegó al poder mediante un golpe de estado en septiembre de 2022, afirma que la lucha antiyihadista es su prioridad. En abril firmó un decreto de “movilización general” que duraría un año y permitiría, en caso necesario, requisar a “jóvenes mayores de 18 años” para luchar contra los yihadistas.
Varias organizaciones de la sociedad civil de Burkina han expresado recientemente su indignación por las “requisiciones” de personas críticas con el gobierno. Según Human Rights Watch, “una docena de disidentes” se ven afectados por estas requisas. El lunes, el Capitán Traoré afirmó que “las libertades individuales no tienen prioridad sobre las de la Nación”.