«Es toda la CGT la que está siendo atacada»: unos 300 activistas se reunieron el miércoles frente a la gendarmería de Montmorency (Val-d’Oise), donde Sébastien Ménesplier, jefe de la CGT de los electricistas, fue escuchado durante unas tres horas y media. y las compañías de gas por acciones durante la reforma de las pensiones. «Hemos dado un paso adelante en la represión sindical y hoy, en mi persona y mi responsabilidad, es la federación la que está en el punto de mira», declaró a la AFP el jefe de la CGT-Énergie, al frente desde hace varios meses en el lucha contra la reforma, abandonó su audiencia poco después del mediodía.

«Hoy se ha alcanzado un hito», había declarado anteriormente Sophie Binet, secretaria general de la CGT, que vino a apoyar al hombre que ahora forma parte de la alta dirección del sindicato. «El Gobierno debe comprender que hay que poner fin a esta represión», añadió, advirtiendo contra la «ira social» en caso de procesamiento, ante los activistas reunidos junto a los dirigentes sindicales y electos.

El dirigente sindical fue citado ante la gendarmería por «poner en peligro a otras personas por parte de una persona jurídica (riesgo inmediato de muerte o invalidez) por violación claramente deliberada de una obligación reglamentaria de seguridad o prudencia», en el marco de una investigación llevada a cabo por la agencia pública Privas. Fiscalía (Ardèche). Se debe, según la CGT-Énergie, a un corte de suministro eléctrico ocurrido el 8 de marzo, en plena protesta contra la reforma, que también entró en vigor el viernes. En la ciudad de Annonay (Ardèche), bastión del ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, la acción dejó sin electricidad a varios miles de hogares.

Sébastien Ménesplier respondió durante su audiencia a preguntas «muy específicas, muy centradas en mi responsabilidad»: «¿Fui yo quien llevó a cabo las acciones, quien ordenó las acciones? ¿Sé quién los hizo? ¿Programamos esto con anticipación? ¿Fue patrocinado? ¿Somos conscientes del daño que puede causar?», resumió. Según él, el informe debe enviarse al fiscal de Privas (Ardèche), quien deberá decidir si desea volver a escucharlo y las posibles consecuencias jurídicas.

Estas acciones, “las reivindico, las asumo”, reiteró Sébastien Ménesplier, aunque no estuvo presente in situ, indicando que los recortes se decidieron “a nivel local, durante una asamblea general interprofesional e intersindical de huelguistas”. “No realizamos acciones ilegales y las acciones que realizamos no ponen en peligro a nadie”, añadió.

En Montmorency, los discursos sindicales y políticos se sucedieron a la espera de la salida del líder sindical, en particular en presencia de los diputados del LFI, entre ellos la representante electa de Seine-Saint-Denis Aurélie Trouvé y los diputados de Val d’Oise Paul Vannier. y Carlos Martens Billongo. “Es una convocatoria altamente simbólica y política”, “es toda la CGT la que está convocada”, acusó Myriam Lebkiri, miembro de la oficina confederal. “La CGT les da miedo, se niegan a que nos movilicemos, movilicémonos”, añadió recordando la convocatoria intersindical de una jornada de movilización el 13 de octubre.