“Ya no podemos tolerar que los policías sean atacados literalmente con armas de guerra, bombas agrícolas caseras, cócteles molotov. Entonces sí, tenemos que legislar”, estimó este jueves Linda Kebbab, delegada nacional Unidad SGP Policía-FO, al micrófono de FranceInfo. El día anterior, el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, había anunciado que el viernes se celebraría una reunión de trabajo en torno a una nueva ley anti-ruptores. La anterior, adoptada en 2019, preveía en particular la posibilidad de registros, así como un delito de ocultamiento de rostro. El Consejo Constitucional había censurado la prohibición administrativa de manifestarse contra personas que representaban “una amenaza particularmente grave para el orden público”.
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Para alejar a los matones de las manifestaciones, Linda Kebbab defendió el “marcaje” de estas últimas. “Hoy tenemos asociaciones en Francia que claman a gritos que es el marcaje de los manifestantes”. “Marcar a las personas que tiran bombas agrícolas para poder identificarlas y detenerlas y por ende confundirlas, ¿es esto algo que atenta contra las libertades? No lo creo”, agregó. “Cuando quieres imponer tu idea política, en este caso la revolución anarquista, mediante el terror y la violencia, eres un terrorista. Así que no hay problema en marcarlos”, justificó.
En Sainte-Soline, la policía había utilizado productos de marcado codificado (PMC) para arrestar a dos personas sospechosas de haber participado en actos de violencia. Este líquido, invisible a simple vista e inodoro, contiene ADN sintético que puede permanecer en la ropa durante años. El PMC se puede difundir con un spray o, como en Sainte-Soline, en bolas disparadas con un rifle de aire comprimido.