El director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, estimó este jueves que estamos «en tiempo prestado» en lo que respecta a la «seguridad» de la central nuclear ucraniana de Zaporijjia, cerca de la cual explotaron recientemente dos minas. “Si no actuamos para proteger la planta, nuestra suerte se acabará tarde o temprano, con consecuencias potencialmente graves para la salud humana y el medio ambiente”, advirtió Rafael Grossi en un comunicado de prensa emitido en Viena, donde se encuentra la sede del OIEA.
“Estamos en tiempo prestado con respecto a la seguridad nuclear y la seguridad en la central eléctrica de Zaporizhia”, la más grande de Europa, que está ocupada por los rusos desde marzo de 2022, agregó, reiterando los temores ya expresados en repetidas ocasiones por su organización. Dos explosiones de minas terrestres ocurrieron fuera de la valla que rodea este sitio, la primera el 8 de abril y otras cuatro días después, según el comunicado. Aún no se sabe qué desencadenó las explosiones, dijo Rafael Grossi, quien se reunió con altos funcionarios rusos en Kaliningrado (oeste de Rusia) la semana pasada. Había ido a la central eléctrica de Zaporijjia poco antes, por segunda vez desde el comienzo de la guerra en Ucrania.
Leer tambiénGuerra en Ucrania: la central nuclear de Zaporizhia se ha convertido en una “base militar rusa”, según un funcionario ucraniano
El director del OIEA también advirtió este jueves que este sitio, que alberga seis reactores nucleares, seguía dependiendo de una sola línea eléctrica aún en funcionamiento, lo que constituye “un gran riesgo para la seguridad nuclear y física”. Una línea eléctrica de emergencia dañada el 1 de marzo aún no ha sido reparada, dijo la agencia de la ONU. La Agencia Internacional de Energía Atómica también señaló que la situación del personal en la planta seguía siendo «compleja y difícil», incluso debido a la escasez de personal.