China está en camino de cumplir su objetivo de crecimiento este año, dijo el martes el primer ministro Li Qiang, a pesar de la desaceleración de la recuperación en la segunda economía más grande del mundo.
El producto interno bruto (PIB) de China creció un 3 % el año pasado, lejos del objetivo oficial del 5,5 %, y a una de las tasas más bajas en cuatro décadas. Para 2023, este objetivo ha sido fijado por el gobierno en “alrededor del 5%”. “Este año tenemos la esperanza de poder lograr (este) objetivo de crecimiento”, declaró el primer ministro chino, quien lleva las riendas de la economía en su país.
Li Qiang, la segunda figura estatal, hablaba en la inauguración del Foro Económico Mundial en Tianjin (norte de China). Estos comentarios llegan en un momento en que la segunda economía más grande del mundo enfrenta muchas dificultades. La esperada recuperación post-Covid tras el levantamiento de las restricciones sanitarias a finales de 2022 ha tendido a agotarse en las últimas semanas y lucha por materializarse en determinados sectores.
La economía se ve penalizada por el sobreendeudamiento del sector inmobiliario (pilar tradicional del crecimiento), la atonía del consumo en un contexto de incertidumbre en el mercado laboral y la ralentización económica mundial, que lastra la demanda de productos chinos.
Para estimular la actividad, el banco central chino ha realizado varios recortes de tasas en las últimas semanas, en un momento en que muchos economistas abogan más por un plan de estímulo. Pero las autoridades parecen descartar esta opción por el momento, a favor de medidas específicas.