Un colegio en la provincia de Chiriquí
/ TVN
El Ministerio de Educación (Meduca), a través de la Dirección Regional Educativa de Chiriquí, anunció que las clases presenciales se reanudarán mañana, 18 de noviembre, en la mayoría de las áreas de la provincia. Esta decisión se tomó siguiendo las directrices del Ministerio de Gobierno, el COE Nacional y el Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), después de evaluar las condiciones climáticas en la región.
Sin embargo, las clases presenciales seguirán suspendidas en los distritos de Boquete, Gualaca, Barú, Tierras Altas, Renacimiento y el corregimiento de Nuevo México de Alanje. En estas zonas, se ha recomendado a los maestros que utilicen métodos de enseñanza a distancia para asegurar que los estudiantes continúen aprendiendo y para evitar más interrupciones en el calendario escolar.
Durante este mes, las clases en Chiriquí se han cancelado en varias ocasiones debido a las malas condiciones climáticas y a los daños graves que han sufrido algunas comunidades. El comunicado también recordó a los padres, estudiantes y maestros que, para consultas específicas, pueden comunicarse con los directores de cada institución educativa.
Además, es importante destacar la importancia de la comunicación entre la comunidad educativa y las autoridades pertinentes para garantizar la continuidad de la educación en situaciones de emergencia. La coordinación y el apoyo mutuo son fundamentales para superar los desafíos que puedan surgir durante eventos climáticos adversos.
Es fundamental que tanto los padres como los estudiantes estén informados sobre los planes de contingencia y las medidas de seguridad implementadas en las escuelas para proteger su bienestar durante el regreso a clases. La colaboración entre la comunidad, las autoridades educativas y las organizaciones de protección civil es esencial para garantizar un entorno seguro y propicio para el aprendizaje.
En conclusión, la reanudación de las clases presenciales en la mayoría de las áreas de Chiriquí es una señal positiva de recuperación y normalización en el sistema educativo. Sin embargo, es crucial mantener la precaución y la flexibilidad ante posibles situaciones adversas para garantizar la educación y el bienestar de todos los involucrados en el proceso educativo.