Los huracanes del Atlántico actual tienen más probabilidades de convertirse rápidamente en «huracanes importantes» (categoría 3 y superiores) que en los años 1970 y 1980, según un nuevo estudio publicado el jueves 18 de octubre, que advierte sobre mayores riesgos para las comunidades costeras.

Los océanos, principales impulsores de los huracanes, se han calentado considerablemente en los últimos años, y los mares del mundo han absorbido más del 90% del calentamiento excesivo causado por la actividad humana.

Investigaciones anteriores han demostrado que el cambio climático crea condiciones para tormentas más poderosas que se intensifican más rápidamente y transportan más agua, aunque no se ha demostrado que aumente su frecuencia.

El nuevo estudio, publicado en la revista Scientific Reports, examinó los cambios en la velocidad del viento durante cada huracán del Atlántico entre 1970 y 2020. Concluye que todas las tormentas del Atlántico, desde las más pequeñas hasta las más feroces, tienden en promedio a intensificarse.

“Este trabajo muestra que la velocidad a la que los huracanes se fortalecen y la frecuencia con la que pasan de tormentas relativamente débiles a huracanes grandes ha aumentado significativamente en los últimos 50 años, incluso cuando vemos aumentos sustanciales en las temperaturas de la superficie del océano debido a la actividad humana. provocó el calentamiento”, dijo a la AFP la autora del estudio, Andra Garner, de la Universidad Rowan en Estados Unidos.

Su análisis muestra que hoy en día los huracanes del Atlántico tienen más del doble de probabilidad de pasar de una categoría 1 relativamente débil a una categoría 3 o más fuerte en 24 horas que en los años 1970 y 1980. Una tendencia particularmente marcada frente a la costa atlántica de los Estados Unidos y en el Mar Caribe, pero menos notable en el Golfo de México.

Según Andra Garner, esta situación es especialmente preocupante para las comunidades costeras, porque cuanto más rápido se intensifica una tormenta, más difícil es anticiparla.

Aunque el estudio no examinó específicamente cómo los huracanes podrían intensificarse aún más a medida que continúa el calentamiento global, Andra Garner dijo que los hallazgos «realmente deberían servir como una advertencia sobre la urgencia» de la situación.

«Si no cambiamos radicalmente nuestro comportamiento y nos alejamos rápidamente de los combustibles fósiles para limitar el futuro calentamiento de los océanos, creo que podemos esperar que esta tendencia se vuelva cada vez más extrema», afirmó el científico.