“Consumí cocaína a raudales, bebí whisky como si fuera agua, hasta que estuve al borde de la muerte”. Las revelaciones de Jan Ullrich causarán ruido. El exciclista es la estrella de un documental de Amazon Prime disponible el 28 de noviembre. La serie de cuatro episodios está dedicada al ganador del Tour de Francia de 1997, se titula “Der Gejagte” (“La presa”) y se centrará en la depresión del ciclista. Se estrenará unos días antes del 50 cumpleaños del ciclista, el 2 de diciembre.
Ullrich habla de su “inmensa caída”, hace cinco años, y de su “viaje personal a Santiago”. “Era vida o muerte. Realmente no estaba bien. Consumía mucha cocaína, bebía whisky como si fuera agua, hasta que estuve al borde de la muerte”, admite.
A partir de ahora, “lo más importante para mí es no querer buscar límites para el resto de mi vida, sino, al contrario, encontrar el equilibrio adecuado”, explicó el nativo de Rostock durante la presentación del documental en Munich. para su primera aparición pública el jueves.
Sintió que había “probado los límites lo suficiente, tanto arriba como abajo. Ya no necesito eso”. «Veinte años después, reconocemos los errores que cometimos», afirmó.
Para el documental, el ciclista volvió a subirse a la bicicleta y regresó a los teatros de sus grandes hazañas de finales de los 90 y principios de los 2000.
“El objetivo era volver al pasado, volver a los lugares donde gané grandes carreras, pero también donde cometí errores que me hicieron crecer”, explica Ullrich, que desvela así toda su historia.
El alemán vio el final de su carrera ensombrecido por el dopaje. Excluido de la Grande Boucle en 2006, en vísperas de la salida, fue declarado culpable de dopaje un año después por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) y todos sus resultados obtenidos después de mayo de 2005 fueron anulados. Finalmente admitió en 2013 haber utilizado productos dopantes.
“Sería un error decir que no engañé a nadie. Para mí, me centré en mis oponentes, pero los aficionados obviamente son parte de ello”, dijo.
Ullrich espera que “los espectadores, los aficionados, la gente que vea esto, puedan ponerse un poco en mi lugar”. “Me siento más ligero y he hecho las paces con mi pasado”, añadió Ullrich, que confesó haber redescubierto el placer de andar en bicicleta con sus hijos.