Un hombre de 39 años fue condenado el jueves por el Tribunal de lo Penal de la Mancha a 18 años de prisión por intento de secuestro de un menor en Cherburgo en 2021 y posesión de imágenes de pornografía infantil. Anthony Meunier, ya condenado en 2015 por violencia contra menores y posesión y distribución de vídeos de pornografía infantil, reincidió en 2021 tras haber cumplido su condena.
Un vecino vino a contar su historia a los asistentes. Sus hijos jugaban en un parque infantil al pie de su edificio, que él observaba desde su balcón. En un momento vio al acusado tomar «a un pequeño de la mano y llevárselo», luego le pidió que dejara al niño, quien se escapó. Luego, este vecino llamó a la policía y siguió al hombre hasta su casa, donde la policía fue a arrestarlo.
En su teléfono y en su ordenador, un policía judicial encontró varios miles de imágenes y vídeos, todos ellos de niños de entre ocho y 13 años, y también 103 vídeos realizados por el propio Anthony Meunier con su teléfono, acompañados de diversos insultos.
El acusado acudía a lugares donde podía encontrar niños, como vestuarios de estadios y piscinas, o a la playa. “En 25 años de trabajo, es la primera vez que veo vídeos de este tipo”, confesó un policía. En prisión preventiva desde los hechos, Anthony Meunier respondió “sí” al presidente Dominique Veillard, quien le preguntó si era un pedófilo.
Cuando se le pidió que reaccionara a los vídeos difundidos durante la audiencia, el acusado describió “una pesadilla, me doy cuenta en qué estado me encontraba. Este hombre no merece vivir. La fiscal general Véronique Huon, por su parte, consideró a Meunier “un depredador que no tenía nada que hacer en el distrito de Maupas, donde intentó secuestrar al niño”. “Aunque se presente como arrepentido, es peligroso y corre el riesgo de reincidir. En prisión no tiene alcohol ni internet, por lo que tiene menos tentaciones”, añadió.
La abogada defensora, Mathilde Robert, impugnó el intento de secuestro – «tomó al niño de la mano, lo que no prueba que tuviera la intención de secuestrarlo» – y abogó por «una pena que no lo excluya de la comunidad de humanos”.