Un año más que en primera instancia. El Tribunal de lo Penal de Altos del Sena condenó en apelación a Quentin Destrez, ex policía, a 26 años de prisión penal por matar a su ex compañero con 135 puñaladas en Yvelines en el verano de 2019.
“Estamos satisfechos con la sentencia, pero no traerá de vuelta a Dylan”, reaccionó el padre de la víctima, Pascal Jozwiak. Sin embargo, esta decisión permitirá a su familia “comenzar el luto”, añade emocionado, vestido enteramente de negro como toda su familia presente durante los seis días de audiencia.
En primera instancia, el expolicía fue condenado a 25 años de prisión por asesinato de una pareja. Esta calificación fue mantenida nuevamente por el tribunal, que aumentó en un año la pena inicialmente impuesta. El ex policía fue condenado a varias penas adicionales, entre ellas la prohibición de portar armas durante 15 años, la inhabilitación durante 10 años y la retirada de su licencia de caza durante 15 años.
En sus alegaciones, el Fiscal General Pierre Kahn pidió al tribunal que aumentara esta pena a 28 años de prisión penal, destacando el “salvajismo” y la “implacabilidad” que caracterizan este asesinato. Para Maître Gérard Chemla, abogado de la familia de la víctima, esta decisión envía “un mensaje claro” a Quentin Destrez. “No nos podía engañar la postura que tuvo durante toda la audiencia”, añade en referencia a la línea defensiva del expolicía.
Continuó asegurando durante los seis días de audiencia que no mantenía ninguna relación con la víctima, pese a varios elementos ambiguos en el expediente: convivencia pasada y compartir cama y numerosos mensajes de tono romántico, en particular. Una tesis respaldada por su abogado, el maître Jean-François Santacroce, quien afirmó que Dylan Jozwiak y Quentin Destrez eran “coautores del drama”.
Él, al igual que su cliente, aseguró en varias ocasiones que se trataba del joven fallecido, a quien Quentin Destrez le anunció que lo dejaba por una mujer, quien le habría sacado el cuchillo con el que cometió este crimen. El ex policía sólo habría apuntado el arma contra Dylan Jozwiak, antes de sufrir un “golpe de locura”. Lo que siguió fue un comportamiento “salvaje y bárbaro”, según admitió el propio acusado: 135 apuñalamientos infligidos en un callejón mal iluminado en Jouars-Pontchartrain, una pequeña ciudad de Yvelines donde residía la víctima, en la noche del 27 al 28 de junio de 2019.
En el centro de los debates está la cuestión del “secreto” de la relación romántica mantenida entre Maîtres Destrez y Jozwiak, que sin embargo “existe y es evidente”, según el fiscal general. Sin embargo, una relación calificada de “tóxica” por todas las partes y por varios testigos que acudieron a declarar al tribunal, entre ellos la psiquiatra Isabelle Teillet, que examinó a Quentin Destrez.
“Existe una especie de prohibición que favorece la represión” de sus atracciones homosexuales, describió este último, en referencia a la forma en que “las figuras masculinas de su familia desacreditaban la homosexualidad”. De hecho, la palabra “vergüenza” apareció muchas veces durante el juicio, tanto en boca de Quentin Destrez como en la de las demás partes. Sin embargo, “no construimos nada sobre una mentira”, comentó el fiscal general en sus requisiciones.
“El tribunal no quedó convencido ni de los hechos ni de su relación con Dylan Jozwiak, y consideró que usted no había evolucionado en su posición”, aclaró la presidenta del tribunal, Jeanne Duyé, durante el veredicto. Una decisión que se hace eco de la experiencia psiquiátrica de los condenados. “Mientras los verdaderos conflictos internos no se resuelvan, y evidentemente no se resuelven”, existe la posibilidad de emprender nuevas acciones, indicó Isabelle Teillet. Ni el abogado defensor, Jean-François Santacroce, ni la familia del ex policía quisieron comentar sobre esta sentencia.