(París) La contaminación del aire, tanto en interiores como en exteriores, mata a muchas personas en todo el mundo, incluidos niños, y ahora es más mortal que fumar, según un informe publicado el jueves bajo los auspicios de UNICEF.

Más de ocho millones de personas, incluidos 700.000 niños menores de cinco años, murieron en 2021 por motivos relacionados con la contaminación del aire, según este trabajo realizado por científicos del Instituto Americano de Efectos sobre la Salud.

Estos resultados se basan en Global Burden Disease, una gigantesca base de datos que contiene datos de más de 200 países. Sin embargo, no ha sido publicado en una revista científica.

Al nivel de mortalidad informado por los investigadores, la exposición a la contaminación del aire representa ahora una amenaza mayor que fumar o una mala alimentación.  

En la mayoría de los casos, las muertes relacionadas con la contaminación del aire están asociadas con la inhalación de partículas finas conocidas como PM2,5, de menos de 2,5 micras de diámetro.

Los autores del informe subrayan el papel cada vez más mortífero de la contaminación por ozono, alimentada por episodios relacionados con el calentamiento global.

“Vemos cada vez más regiones del mundo expuestas a episodios muy breves e intensos de contaminación del aire”, dijo a la AFP el investigador Pallavi Pant, miembro del Health Effects Institute, en referencia a los incendios forestales o las fuertes olas de calor.

Sin embargo, en lo que respecta a la mortalidad infantil, la causa es, ante todo, el uso de combustibles problemáticos para cocinar (carbón, madera, etc.), especialmente en Asia y África.

“Sabemos que podemos resolver este tipo de problemas”, insistió la señora Pant.

Ya se han hecho esfuerzos para facilitar el acceso a técnicas de cocina más seguras, lo que ha contribuido en gran medida a que la mortalidad infantil relacionada con el aire haya disminuido a más de la mitad desde 2000, según el informe.