Una veintena de países, entre ellos Estados Unidos, Francia y Emiratos Árabes Unidos, pidieron este sábado 2 de diciembre, en una declaración conjunta en la COP28, triplicar las capacidades de energía nuclear en el mundo para 2050, en comparación con 2020. ¿El objetivo? Reducir la dependencia del carbón y del gas, el gran reto de esta COP.

El anuncio fue hecho por John Kerry, el enviado climático de Estados Unidos, en Dubai, junto con varios líderes, entre ellos el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro belga Alexander De Croo. Pero China y Rusia, los principales constructores de centrales nucleares del mundo actual, no se encuentran entre los firmantes.

Entre ellos se incluyen Bulgaria, Canadá, Finlandia, Ghana, Hungría, Japón, Corea del Sur, Moldavia, Mongolia, Marruecos, Países Bajos, Polonia, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Ucrania, República Checa y Reino Unido. “La declaración reconoce el papel clave de la energía nuclear para lograr la neutralidad de carbono de aquí a 2050 y para mantener al alcance el objetivo de (limitar el calentamiento a) 1,5°C”, indica el texto.

«Sabemos por la ciencia, la realidad de los hechos y la evidencia de que no podemos lograr la neutralidad de carbono para 2050 sin energía nuclear», dijo John Kerry en el evento en Dubai. El presidente rumano Clausus Johannites explicó que la energía nuclear representa para su país “una fuente estable de energía que contribuye a la seguridad energética y la descarbonización”.

Los países firmantes también piden a los accionistas de instituciones financieras internacionales -como el Banco Mundial- que incluyan la energía nuclear en su financiación. “Existen disposiciones legales, a veces en determinadas instituciones de crédito internacionales, que excluyen la energía nuclear. Creo que eso está completamente obsoleto”, dijo anteriormente a la AFP el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.

Sus promotores ven la energía nuclear, que es modular y casi no emite gases de efecto invernadero, como un medio incomparable para producir electricidad virtuosa y abundante. Algunos defensores del medio ambiente, por el contrario, subrayan los riesgos de accidentes, la cuestión de los residuos a muy largo plazo o incluso los elevados costes de la energía nuclear.