El líder norcoreano Kim Jong-un supervisó un ejercicio militar que simulaba “un contraataque nuclear”, informó el martes 23 de abril la agencia estatal norcoreana KCNA. El ejercicio en el que participaron «lanzadores múltiples de misiles de gran tamaño» tuvo lugar el lunes y Kim «acogió con satisfacción la altura y la precisión de disparo» de los misiles, que «alcanzaron su objetivo» a 352 kilómetros, según KCNA.
El ejército de Corea del Sur anunció el lunes que el Norte había disparado una andanada de misiles balísticos de corto alcance, lo que confirmó Japón. Según Seúl, los misiles fueron lanzados desde la región de Pyongyang y recorrieron unos 300 kilómetros antes de estrellarse en aguas al este de la península de Corea.
El lanzamiento es el segundo en menos de una semana por parte de Corea del Norte, que el viernes probó una “ojiva muy grande” diseñada para un misil de crucero estratégico, informaron medios estatales. Luego, las fuerzas surcoreanas confirmaron haber detectado disparos de misiles de crucero.
Según KCNA, esta simulación es una respuesta al entrenamiento aéreo anual entre Estados Unidos y Corea del Sur que se lleva a cabo desde el 12 de abril en la base de Kunsan en Corea del Sur. Ejercicios que Corea del Norte considera “extremadamente provocativos y agresivos” y abiertamente dirigidos contra ella, afirmó la agencia. Pyongyang ve con malos ojos las maniobras militares conjuntas que Estados Unidos, Corea del Sur y Japón organizan periódicamente en la región, considerándolas ensayos generales antes de una invasión de su territorio o un derrocamiento de su régimen.
Después de una prueba récord de misiles en 2023, Corea del Norte ha realizado varios lanzamientos desde principios de año. En particular, el régimen norcoreano afirmó a principios de abril haber probado un nuevo misil hipersónico de combustible sólido de medio y largo alcance. El viernes anunció la prueba de una “ojiva muy grande” diseñada para un misil de crucero estratégico.
Desde 2006, Pyongyang es objeto de una serie de sanciones de la ONU, reforzadas varias veces posteriormente, que le prohíben, en particular, desarrollar misiles balísticos y armas nucleares. Sin embargo, el régimen de Kim Jong Un continuó con sus programas militares prohibidos y, en 2022, declaró “irreversible” su condición de potencia nuclear. También ha endurecido considerablemente su tono contra Corea del Sur, ahora descrita como el “principal enemigo” con el que cualquier perspectiva de reunificación es en vano.