La agencia de calificación Fitch ha rebajado la calificación de fortaleza de una filial de Country Garden, debido a la «mayor presión sobre la liquidez» de este gigante inmobiliario chino cuya salud financiera preocupa a los mercados. El grupo, considerado desde hace mucho tiempo financieramente sólido, no pudo a principios de mes pagar dos intereses de sus préstamos. Se arriesga formalmente a sufrir un impago si no paga, tras un plazo de 30 días que expira a principios de septiembre.

Su situación es fuente de nerviosismo en los mercados porque Country Garden tenía una deuda astronómica a finales de 2022, que estimaba en unos 1.152 mil millones de yuanes (150 mil millones de euros). La agencia Bloomberg lo cifra por su parte en unos 1.400 mil millones de yuanes (176 mil millones de euros). Es probable que «las crecientes presiones sobre el efectivo» en Country Garden afecten al «crecimiento, la reputación de la marca, la rentabilidad y el acceso a la financiación» de su filial de gestión inmobiliaria Country Garden Services (CGS), estimó Fitch el miércoles. Como resultado, la calificación de fortaleza de esta filial se reduce de “BBB-” (menor calidad crediticia promedio) a “BB”, sinónimo de especulativo.

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Esta decisión se produce antes de la esperada publicación en los próximos días de los resultados semestrales de su matriz. Country Garden espera una pérdida neta de entre 45 y 55 mil millones de yuanes (entre 5,6 y 7 mil millones de euros). Para aumentar la presión, 31.000 millones de yuanes (3.900 millones de euros) en bonos vencerán en 2024, según la agencia de calificación Moody’s, que la semana pasada rebajó la calificación de solidez del grupo debido a un «riesgo crediticio muy alto». Sus reveses hacen temer una quiebra con consecuencias inconmensurables para el sistema financiero chino, dos años después del descenso a los infiernos de su competidor Evergrande, que había sido noticia. Country Garden, que emplea a decenas de miles de personas, figura en la lista de Forbes de las 500 empresas más grandes del mundo y tiene cuatro veces más instalaciones que su rival.