Es una casa conocida por todos en el área metropolitana de Lyon. El ex alcalde, Gérard Collomb, que incluso tenía allí sus hábitos. La carnicería Vessière vio cerrado el martes uno de sus puntos de venta por motivos de higiene, tras una inspección prefectural. Un pequeño terremoto en el barrio de Monplaisir, donde el negocio en cuestión es una institución de barrio con un escaparate que hace esquina entre la avenida de los Frères Lumières y la plaza Ambroise Courtois.
Los dos agentes de la Dirección Departamental de Protección de la Población (DDPP) no tuvieron otra opción dadas las “graves violaciones de las normas de higiene” constatadas durante su visita. Su informe menciona la presencia de cucarachas y excrementos de roedores, así como malas condiciones de almacenamiento y conservación de los alimentos. Alimentos, algunos de los cuales no cumplen las normas, son imposibles de rastrear o se mantienen a una temperatura incorrecta.
El decreto de la prefectura lamenta también el deterioro de los locales y su falta de mantenimiento y limpieza. Y finalmente señala la ausencia de dispositivos higiénicos para el lavado de manos así como el desconocimiento de buenas prácticas de higiene. Tantos agravios que llevaron al cierre administrativo del negocio.
Negocio que deberá realizar importantes obras para poder reabrir. De hornos a bloques, de suelos a techos, de frigoríficos a áticos; será necesario limpiar, renovar o reemplazar el equipo. La prefectura enumera alrededor de cuarenta requisitos, incluida la formación del personal en normas de higiene.
Sólo después de lo cual, el negocio podrá solicitar su reapertura, lo que requerirá una nueva visita y un dictamen favorable de los servicios del Estado.